Académicos y profesionales en temas ambientales expresaron su apoyo a la fórmula del Frente Amplio

A los grupos de ingenieros, profesionales de la psicología y arquitectura, ahora se suman académicos y profesionales en temas ambientales al apoyo a la fórmula del Frente Amplio (FA) que componen los candidatos Yamandú Orsi y Carolina Cosse.

En una carta abierta “a quienes estén preocupados por los problemas ambientales”, los firmantes -que se vinculan al tema a través de lo profesional, académico o militante- indican que tras conversaciones con “compañeras y compañeros de trabajo, con vecinas y vecinos en ferias y participando en barriadas”, perciben que “la preocupación por el ambiente es una dimensión que cada vez más tiene peso”. Señalan que estas inquietudes sobre la temática “mueven a muchos votantes, especialmente entre quienes votaron a partidos chicos”.

Entienden que un eventual gobierno de Orsi y Cosse “ofrece las mejores posibilidades de discutir los temas ambientales y de llevar adelante políticas que pongan la sostenibilidad ambiental en un lugar relevante, acorde a los enormes desafíos que tenemos por delante”. Invitan a quienes “desde otras sensibilidades políticas” perciban los problemas ambientales, “y a la reformulación de la relación entre los humanos con la naturaleza como una propiedad”, acompañen con su voto a la fórmula.

De todos modos, reconocen que “los factores de poder real operan y tensionan la posibilidad de avanzar con una agenda climática y ambiental que esté a la altura de la crisis ecosocial que experimenta el planeta y de la cual Uruguay no es ajeno”, y que hay “varios ejemplos en donde los gobiernos del FA no priorizaron lo ambiental”.

Por eso, apuntan que “es importante reconocerlo” y afirman que fueron “varios” quienes se opusieron y discutieron algunas de las iniciativas, como “la expansión del modelo forestal”, aunque, según señalan, fue impuesto en buena medida por políticas previas a los gobiernos del FA. También mencionan la Ley de Riego como un tema “donde la controversia interna fue importante”.

No obstante, destacan que el FA “revisó su posición en algunos de estos temas y apoyó un proyecto en donde se establecen regulaciones y salvaguardas más estrictas a la expansión forestal”, y recuerdan que la ley aprobada en el Parlamento en 2021 sobre este tema fue vetada por el presidente de la República, Luis Lacalle Pou.

Resaltan que cuando el FA surgió en 1971, el ecologismo y el ambientalismo “apenas empezaban a hacerse escuchar en estas latitudes” y que eso “quedaba reflejado en un programa que no se detenía a plantear estos temas”. Posterior a la restauración democrática, el FA incorporó a sus programas el concepto de “agresión al medioambiente”, pero “el crecimiento para poder distribuir mejor siguió siendo su prioridad”.

En cambio, en las bases programáticas actuales los firmantes subrayan que el FA “hace de la sostenibilidad ambiental uno de los ejes de sus bases programáticas” e incorporan el concepto de que la sostenibilidad “está directamente vinculada al concepto de desarrollo”. “El tema ambiente y sostenibilidad aparece mencionado incontables veces en el programa y de manera transversal a los distintos ejes”, mencionan, y agregan que “lo ambiental en el programa del FA no es un 'punto más' ni se restringe a las competencias de un solo ministerio, sino que se integra de manera sistemática a todos los aspectos de la propuesta programática”.

Por su parte, sobre el programa en conjunto que presentó la Coalición Republicana el lunes, denominado “Gobernar entre todos”, los firmantes expresan que “no incluye en su introducción ninguna mención al ambiente” y que en los 24 puntos que incluye el eje de políticas ambientales “se incluyen acciones como la promoción y facilidades para el acceso al saneamiento, invocaciones genéricas a la protección de la biodiversidad” y “a estimular los servicios ecosistémicos” y “desarrollar el valor estratégico de las Áreas Protegidas”.

En ese sentido, afirman que “el vínculo de lo ambiental con el sistema productivo está ausente” y que la “falta de integración de las propuestas de políticas ambientales con el conjunto de las medidas listadas en el “compromiso es notoria (y alarmante)”.