La Confederación de Cámaras Empresariales (CCE) organizó este viernes, durante la jornada inaugural de la Expo Rural Prado, una instancia que denominó “Diálogo por el futuro” en la que planteó distintos ejes vinculados a la “agenda para el desarrollo 2025-2030”.

Con eje en la economía, la inserción internacional y la educación, invitó a los presidenciables de los principales partidos políticos. Sin embargo, y como consecuencia de una decisión del equipo de campaña del Frente Amplio (FA), sólo participaron los candidatos de los partidos de la coalición de gobierno.

Los candidatos enfocaron sus intervenciones en las posibles consecuencias del plebiscito que impulsa el PIT-CNT. El nacionalista Álvaro Delgado, quien inició su oratoria haciendo un contrapunto entre “futuro y pasado” y marcando las diferencias con el FA, remarcó que esta propuesta de reforma previsional es “demasiado grande y demasiado grave”. En ese sentido, consideró que se trata del “plebiscito más importante de los últimos 100 años”, dado que, de aprobarse, generará un “colapso a la economía y a la seguridad social de la futura generación”.

En este sentido, el candidato oficialista aprovechó para referirse al partido opositor, resaltando que se encuentra “corrido a la izquierda” y “condicionado muchas veces o la mayoría de las veces por la central sindical”.

“El Frente Amplio lo que hizo es no pronunciarse”, agregó sobre el plebiscito de la seguridad social. “Es una manera de endosar la responsabilidad a la gente. Los voy a responsabilizar de estar condenando a los más vulnerables para no poder aplicar políticas sociales”, agregó. En esa línea, concluyó que no hacer campaña contra la propuesta es una falta de “responsabilidad política y de deshonestidad intelectual”.

El colorado Andrés Ojeda, en tanto, dijo que se trata del “plebiscito más importante que el Uruguay enfrenta desde 1980”. “Sesentista, regresivo, cargado de pasado”, describió Ojeda al plebiscito. Además, consideró que es una “estafa” electoral del PIT-CNT, que “le dice sólo lo bueno y nada de lo malo” a la población. El colorado también apuntó que las cifras de intención de voto a la propuesta que han arrojado las encuestas demuestran que “falta muchísima información”.

En su caso, explicó que no va a “responsabilizar” al FA dado que cree que todavía le queda un “atisbo democrático”. En esa línea, llamó a la fórmula del partido de izquierda a sumarse a “una gran comisión de uruguayos por el no”. “Los invito a evitar que el PIT-CNT le ponga una bomba al Uruguay”, concluyó.

El candidato del Partido Independiente (PI), Pablo Mieres, enfatizó que “el tiempo va a demostrar” que la reforma de la seguridad social del actual gobierno es “histórica y le va a permitir al país avanzar hacia el futuro con garantías”. “Una ley siempre es perfectible, pero sin lugar a dudas es ejemplo de un gobierno que les puso el pecho a las balas”, agregó.

“Saben que no soy de decir cosas tremendistas y radicales, pero tengo que decir que este plebiscito lleva al país a la catástrofe, lleva al país al fracaso”, sumó. “Para decirlo de una manera que se entienda, nos lleva por el camino que el kirchnerismo llevó a la Argentina hace 15 años, cuando eliminó el régimen mixto; hoy las jubilaciones argentinas son una vergüenza”, remarcó.

“Importa poco quién gane si gana el plebiscito, porque el que gane no va a poder hacer nada de las cosas que tenemos que hacer”, complementó su idea. “A mí me parece muy importante que haya aparecido una centena de técnicos y políticos que dijeron lo que tenían que decir, pero los quiero en la cancha”, agregó sobre el movimiento frenteamplista por el No”. “Lo mismo que los candidatos a la presidencia y la vicepresidencia, dicen que no van a votar, pero hacen campaña”, recordó. “Lo otro es esperar a ver qué pasa... para ser así, más vale irse que dedicarse a esta actividad tan noble como lo es la política”, criticó Mieres.

Más allá del plebiscito

Si bien la CCE había determinado los ejes temáticos para la disertación, los candidatos tomaron distintos caminos. Delgado, por ejemplo, se enfocó en lo que definió como “dos visiones de país”. “La oposición nos genera más preguntas que respuestas. Primero, en materia económica los uruguayos no sabemos cuál es la línea económica que ofrecen, cuál es el equipo que ofrecen. Hoy hay debate entre las líneas económicas; volver al pasado, es de vuelta dos equipos económicos peleándose entre sí”, comentó Delgado.

Sobre sus propuestas, planteó dar un “salto al bienestar” enfocado en la atención a la primera infancia. “No podemos pensar en ser el país más desarrollado de América Latina si no bajamos por lo menos el 40% de la pobreza infantil”, apuntó el candidato del Partido Nacional. Se refirió, además, a las propuestas en educación, más específicamente en las enfocadas a la deserción estudiantil. En materia de seguridad, planteó un “salto a la convivencia”, cuyas claves serían el fortalecimiento de la Guardia Republicana, el combate al narcotráfico, la conformación de un “grupo antimafia” y los allanamientos nocturnos.

Por otra parte, se refirió a “un salto a la innovación”, algo que según explicó tiene que ver con “invertir más en presupuestos públicos y habilitar la financiación privada a procesos y programas de investigación, de innovación y de desarrollo”. Por último, se detuvo en lo que definió como “descontaminación burocrática del Estado” para la mejora en la competitividad.

Ojeda, en tanto, reivindicó nuevamente su carácter “pragmático”. “No me importa quién lo dice, me importa si sirve”, inició. Esa postura, a su entender, también define el “talante” del actual gobierno. A nivel programático, el candidato colorado centró su exposición en la seguridad pública y volvió a poner énfasis en las fortalezas del equipo que tiene el partido en esta área. En ese caso, apuntó a que especialistas como Gustavo Zubía, Diego Sanjurjo o Jorge Barrera tienen que “estar espalda con espalda con la Policía”.

A su vez, dejó claro que el ministro del Interior “tiene que tener un talante que la gente respete, que le dé confianza y seguridad”. “Es tan importante el contenido como la forma en la que se comunica”, agregó en referencia a quien debería ocupar ese lugar. Por último, llamó a la importancia que tiene en materia de seguridad la aprobación de los allanamientos nocturnos. “Si lo aprobamos, capaz que no lo tenemos que usar porque el narco deja de usar el hogar para vender”, indicó con relación a la herramienta.

Manini Ríos, por su parte, dedicó casi toda su oratoria a la economía. “Esas praderas fértiles en casi la totalidad de su territorio, esta característica de su población, para bien o para mal que lo hecho diferente a lo largo del tiempo, diferente de otros países de la región y del mundo, es, por lo tanto, pasible de políticas diferentes para sacar adelante a su economía”, indicó en primera instancia el líder cabildante.

A continuación, reconstruyó a nivel histórico lo que fue un proceso económico favorable del país, el cual terminó desde su punto de vista con el final de la guerra de Corea. “La situación cambia a medida que el mundo libre de conflicto empieza a producir lo que Uruguay producía”, reflexionó el senador. Continuando con el análisis, indicó que a partir de ese momento al país lo ha caracterizado un lento crecimiento que se ha visto acompañado de “males endémicos como el déficit fiscal, que suele palearse con más endeudamiento”.

Descrito el panorama, Manini enfatizó que “es necesario cambiar ese modelo de país” que ha caracterizado a Uruguay en los últimos 70 años. “No podemos seguir avanzando divididos en dos bloques, donde parece que la lógica es que un bloque tranque al otro”, consideró.

Mieres, en su caso, valoró la necesidad de un “proceso de desburocratización” del Estado. “Tenemos que implementar la carrera administrativa de los funcionarios”, agregó. “Hay resistencias burocráticas, porque el Estado se defiende a sí mismo, pero también políticas”, valoró.

Por otra parte, el exministro de Trabajo consideró que “es necesario avanzar en el campo de las empresas públicas con nuevas regulaciones que bajen los costos en tarifas monopólicas” para así “mejorar las posibilidades de desarrollo del aparato productivo”. En esa línea, evaluó como clave el aumento de la productividad. “Al no haber productividad, desde 2015, se empezó a ajustar por empleo”, recordó en referencia al gobierno anterior. “Tenemos que construir un pacto social para avanzar por el camino de la mejora de la productividad”, concluyó.