Affidamento: taller para mujeres sobre erotismo y sexualidad en clave feminista

Affidamento es una propuesta de educación sexual integral para mujeres adultas. Este taller sobre erotismo y sexualidad en clave feminista es facilitado por Sabrina Martínez, licenciada en Comunicación y educadora sexual.

A partir de los aportes de autoras feministas y el uso de herramientas para el trabajo personal, se abordará el derecho al placer y el goce como práctica emancipatoria. “Es un espacio de intimidad y cuidado de grupo que no requiere ningún conocimiento previo sobre feminismo. Lo único importante es la disponibilidad para emprender la tarea de revisar nuestra historia y de aceptar lo que cada una tenga para compartir”, contó Martínez a la diaria.

La idea surge desde su práctica profesional como educadora sexual y docente del Instituto de Formación Sexológica Integral SEXUR, donde cotidianamente se encuentra con personas que plantean muchos interrogantes relacionadas con su sexualidad.

“La educación sexual que hemos tenido es precaria: coitocentrada, falocéntrica, heteronormada, y su mayor énfasis es la reproducción, por eso es urgente hablar del goce”. Para la moderadora de este espacio el goce debe ser valorado como “un derecho y un reconocimiento legítimo de los deseos pero también de las angustias”.

El objetivo es partir de todos aquellos discursos y mandatos que persisten y coaccionan la sexualidad desde una mirada integral, entendiendo al cuerpo “sentido, sexuado y respetado”. Todo esto se pondrá en debate a partir de los aportes de la teoría feminista que “invitan a pensar otras posibilidades de habitar las identidades”.

Según Martínez, “es indispensable analizar el erotismo y el cuerpo como un territorio colectivo, donde el sistema patriarcal no deja de atribuir buenos y malos modos de encontrarnos y construir vínculos sexo- afectivos. Para ello, es indispensable reconocer las matrices de aprendizaje que estructuran una sexualidad normatizada y patologizante, donde la diversidad está en los márgenes, donde la individualidad está mediada por nuestra cultura”. Partir de lo anterior plantea el desafío de construir un nuevo territorio de lo íntimo, “con la convicción de que el goce debe salir del sincretismo de nuestras camas”. La tallerista también cree que “es hora de que el goce sea incorporado a todas las prácticas políticas, porque el sexo también es político”.