Los servicios para atender abortos quedaron suspendidos temporalmente en Texas, Estados Unidos, mientras dure la pandemia de coronavirus en el país. Así lo determinó el martes un tribunal federal de apelaciones después de analizar un fallo de un tribunal inferior que el día anterior había bloqueado la prohibición, que fue ordenada por el fiscal general de Texas, el republicano Ken Paxton.

La semana pasada, en el marco de la emergencia sanitaria, el gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió una orden ejecutiva que prohibía los procedimientos médicos “no esenciales”, sin dar detalles sobre los casos concretos. Paxton se basó en esta orden para decretar después la suspensión “inmediata” de todos los servicios de aborto, excepto aquellos que sean “necesarios para preservar la vida o la salud” de la mujer embarazada. El fiscal aseguró además que quienes incumplan la orden se enfrentarán a penas de hasta 180 días de cárcel y a una multa de 1.000 dólares.

El martes, después de que se conoció la decisión del tribunal federal, Paxton dijo en un comunicado que “la orden temporal prioriza de manera justa los suministros y el equipo de protección personal para los profesionales médicos que lo necesitan en el combate al Covid-19”.

Organizaciones que apoyan el aborto legal aseguraron que el fiscal general de Texas hizo una interpretación “ideológica” de la orden del gobernador y presentaron una demanda para intentar revertir la medida. Las activistas se basan en el conocido fallo Roe vs Wade con el que la Corte Suprema de Justicia estadounidense reconoció en 1973 el derecho de las mujeres a abortar, sin mencionar ninguna cláusula de suspensión en caso de una emergencia sanitaria.

Texas es uno de los tres estados en los que organizaciones reclaman órdenes judiciales para evitar la suspensión del acceso al aborto durante la pandemia. También se presentaron demandas similares en Iowa y Oklahoma. En otros dos estados –Alabama y Ohio– las prohibiciones que habían sido impuestas fueron levantadas esta semana por jueces federales que las calificaron de “inconstitucionales”.

En los estados donde los abortos quedaron suspendidos, cientos de mujeres se verán obligadas a viajar a un estado vecino para acceder a la práctica –pese a la recomendación sanitaria de quedarse en casa– o directamente se verán obligadas a seguir adelante con un embarazo no deseado. “Los abortos se retrasarán y, en algunos casos, se negarán por completo”, dice por ejemplo la demanda que presentaron las organizaciones en Iowa. “Como resultado”, sigue, “las mujeres de Iowa se verán obligadas a llevar embarazos a término, lo que resulta en una privación de su derecho fundamental de determinar si quieren tener un hijo y cuándo quieren tenerlo”.

“El tribunal está aumentando el miedo y la confusión que las mujeres que buscan abortar en Texas ya están experimentando”, aseguró por su parte Nancy Northup, presidenta y directora ejecutiva del Centro de Derechos Reproductivos, en un comunicado que detalla la situación en ese estado. Northup recordó además que el lunes, en primera instancia, el tribunal inferior había determinado que, si las clínicas se cierran, “las mujeres sufrirán daños irreparables”.