El Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) presentó este viernes la Rendición de Cuentas de 2021, que incluye información sobre los avances registrados en torno a cuatro líneas estratégicas: profundizar la adecuación del sistema de protección especial de 24 horas hacia modelos de base familiar y comunitaria; fortalecer el sistema de atención en centros de tiempo parcial; reforzar el sistema de respuesta a toda forma de violencia hacia niñas, niños y adolescentes; y consolidar la rectoría y el vínculo con la sociedad.
Entre enero y diciembre del año pasado, el organismo atendió a 135.178 niñas, niños y adolescentes, lo cual representa un aumento de 3% con respecto del año anterior, según se lee en la memoria anual. Además, efectuó 161.884 vinculaciones, es decir, situaciones en las que la niña, niño o adolescente requiere la atención simultánea en más de un servicio.
Las acciones desplegadas en la primera línea estratégica se enmarcan dentro del objetivo de “fortalecer el derecho a vivir en familia” y avanzar en la adecuación del sistema de protección especial a modelos de base familiar y comunitaria. “El derecho a vivir en familia está en nuestro norte y es, sin lugar a dudas, un aspecto central del plan estratégico”, aseguró en ese sentido el presidente del INAU, Pablo Abdala, durante la presentación.
Este punto se divide en dos categorías: acogimiento familiar y adopciones. En cuanto a la primera, el documento señala que en 2021 hubo 438 familias que se postularon al programa Familia Amiga, de las que quedaron seleccionadas 323, que fueron vinculadas con 554 niñas, niños y adolescentes. Respecto de las adopciones, durante el año en cuestión se concretaron 125 integraciones de niñas, niños y adolescentes a familias seleccionadas del Registro Único de Aspirantes.
“Sin duda hemos generado una transformación importante en el sistema de adopciones, que no nos debe hacer creer que está todo conquistado, entre otras cosas porque en esto nunca se alcanza la meta definitivamente. Pero ha habido un avance y es porque hay un cambio estructural en términos de que se ha generado una nueva tendencia que, todo indica, llegó para quedarse”, señaló Abdala. El jerarca adelantó, además, que, en lo que va de 2022, ya se llevaron a cabo 99 integraciones con familias, una cifra que calificó de “alentadora”.
“Un camino auspicioso y estimulante”
En lo que refiere a los centros de tiempo parcial, Abdala aseguró que el INAU está en “un camino auspicioso y estimulante”. “Mucho se especuló con que se producirían restricciones, limitaciones, cierre de proyectos, disminuciones de todo tipo y color. Nada de eso aconteció, sino todo lo contrario. No sólo se mantuvieron en vigencia todas y cada una de las prestaciones, las actividades y los proyectos, sino que, además, hemos trabajado en su mejoramiento y en su fortalecimiento”, agregó el presidente del organismo.
Al mismo tiempo, en los últimos dos años el INAU inauguró varios “proyectos nuevos”, señaló Abdala: “20 centros de primera infancia, cinco clubes de niños, siete centros juveniles y otros tantos que están en proyección, en proceso de licitación o en proceso de definición”.
En 2021, se alcanzaron 95.335 vinculaciones de niños y niñas de entre cero y cinco años en Centros de Atención a la Infancia y a la Familia (CAIF) y otros servicios de todo el país, según detalla la memoria anual. En tanto, fueron 30.507 las vinculaciones que se lograron de niños y niñas de entre seis y 12 años, y 22.353 en el caso de adolescentes de entre 13 y 18.
“Pasos concretos” contra la violencia
El fortalecimiento del sistema de respuesta a la violencia hacia niñas, niños y adolescentes es otro de los ejes principales del trabajo que realiza el INAU. En esta materia, la Rendición de Cuentas de 2021 destaca la elaboración de dos modelos “más efectivos” de atención para la protección de víctimas de explotación sexual comercial y no comercial, por un lado y, por otro, de víctimas de otras situaciones de “violencia, abuso y maltrato”.
Otro de los logros que menciona el documento es el diseño de un servicio especializado de 24 horas para la atención especial y especializada de adolescentes en situaciones de explotación sexual y trata, y la creación en Florida de un centro especializado en atención directa a violencia contra niñas, niños y adolescentes.
“Es un tema que a todos nos interpela, nos aflige y nos preocupa”, consideró Abdala. El titular del INAU dijo que las cifras que presentan cada año el Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia (Sipiav) y el Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual de la Niñez y la Adolescencia (Conapees) “indican claramente un agravamiento del problema”.
Sin embargo, afirmó que “en eso también” el instituto está “dando pasos concretos”, “al reforzar el Conapees y el Sipiav, abrir nuevos dispositivos para la reparación del daño, como lo hicimos en Artigas, en Florida y en Maldonado, trabajar en lo que estamos en vías de concretar próximamente en Treinta y Tres y Colonia, impulsar un nuevo centro de 24 horas para atender en régimen de breve estadía a las adolescentes en etapa inmediatamente posterior a que padecen situaciones de trata y explotación sexual”, enumeró. “Esos son pasos concretos. ¿Insuficientes? Sin duda, pero pasos hacia adelante en términos de una estrategia que lo que procura es no detenerse ni retroceder sino avanzar, como los desafíos sociales lo imponen”, expresó Abdala.
Durante 2021, el Sipiav detectó 6.434 situaciones de niñas, niños y adolescentes “vulnerados por algún tipo de violencia o abuso”, revela el informe, que aclara que son datos que corresponden a episodios registrados exclusivamente por el INAU, por lo que no incluye la información del resto de los organismos que integra el Sipiav.
Por su parte, el Conapees registró el año pasado 499 situaciones de explotación sexual comercial y no comercial de niños, niñas y adolescentes. Esto representa un incremento aproximado de 20% con respecto al año anterior.
Casi al cierre de la presentación, Abdala también se detuvo en el abordaje de la salud mental. En esa línea, resaltó “el tránsito que lenta pero claramente” está dando el INAU “del viejo modelo biomédico y asistencialista al modelo socioeducativo”. Este pasaje incluye, entre otras cosas, “la incorporación de dispositivos novedosos que han dado resultados que han implicado un cambio cualitativo”, como los 30 acompañantes terapéuticos que se unieron en 2020, y que, a su entender, “han permitido un cambio singular en términos de acortar la permanencia de los niños en las clínicas psiquiátricas y, por lo tanto, ir avanzando lentamente en la contemplación y prevención de la vulneración de los derechos”.