Ambas escuadras históricas plantaron líneas de cuatro. Los de la franja cruzada orientados por Leonardo Ramos, sembraron la experiencia con Mauricio Victorino y Leandro Sosa. Los violetas, a quienes dirige Alejandro Orfila, tuvieron sus pilares en Andrés Lamas y Alejandro González. El eje de las cuestiones estuvo en los pies de Pablo Siles o de Mathías Cardacio, según la guinda fuera rodando. El primer tiempo fue intenso y constante. La volatilidad estuvo sólo en los pies de algunos: el Loli Rodrigo Piñeiro con la camiseta de la curva, Ignacio Colombini cuando se encontró con Kevin Méndez para la visita.

El frío cayó sobre Jardines como navajitas. Alfileres de una cartelera inentendible de recomendaciones. Adentro los cuerpos calientes. Afuera ochenta tantos y tantas con funciones específicas: escribir, narrar, alentar, gestionar, informar. En todas las casitas del barrio la tele prendida. Los teléfonos, de canuto en los laburos.

Los que subieron a los techos de los baños quemaron. Es como esa impunidad del alambrado, pero potenciada por los muros. En los insultos lo de la diversidad se fue al carajo. En el entretiempo una voz murguera por parlantes de antaño fue el folklore o la decadencia. O lo más bello de las miserias.

No hubo intentos demasiado floridos para nadie. La calidad de Kevin, la presencia catedrática del Tata Álvaro González, la fuerza de Diego Coelho, el pie de Colombini. En Danubio Piñeiro aplicando el barrio, todo aquello de la picardía, del campito, de callecitas sin edificios, y la figura de Luciano Nequecaur, aunque entre paréntesis, poniendo en juego la fisonomía por el balón. La mirada más allá, el brazo aguantándolo todo. El partido se jugó entre las áreas. Apenas pelotas quietas. Los peligros siguen estando en la tabla de posiciones.

Apenas un disparo del Loli Piñeiro desde lejos luego de un amague que se llevó hasta cronistas. Lo de ‘marica’ siguió bajando desde ronqueras arcaicas. “Por la historia vamos a ganarlo”, alcanzaron a decir en otro orden. ¿Cómo un cero a cero sin arqueros figuras puede ser atractivo? Quizás por la vergüenza que da la tabla, por la entrega a los colores, por el olvido.

Fue empate clásico en la Curva de Maroñas, un empate temeroso para puntos temerarios.

Detalles

Estadio: María Mincheff de Lazaroff.

Árbitros: Esteban Ostojich, Eduardo Aguirre, Gustavo Lisboa.

Danubio (0): Salvador Ichazo; José Luis Rodríguez, Julio Domínguez, Mauricio Victorino, Leandro Sosa; Pablo Siles (85’ Cristian González), Maximiliano Rodríguez (85’ Lucas Rodríguez), Juan Manuel Gutiérrez; Rodrigo Piñeiro, Luciano Nequecaur (85’ Nicolás Prieto). Entrenador: Leonardo Ramos.

Defensor (0): Bernardo Long; Emilio Zeballos, Andrés Lamas, Alejandro González, Rodrigo Rojo; Alan Rodríguez (74’ Briam Acosta), Mathías Cardaccio, Álvaro González (79’ Luciano Boggio), Kevin Méndez; Ignacio Colombini (71’Adolfo Lima) , Diego Coelho. Entrenador: Alejandro Orfila.