Este lunes, la Fiscalía Departamental de Mercedes de 1° turno, a cargo de Carlos Chargoñia, imputó y obtuvo la condena mediante proceso abreviado de un camionero que cometió un homicidio el sábado mientras huía de la Policía.
GCBR, de 52 años, fue condenado a la pena de ocho años de penitenciaría de cumplimiento efectivo como autor penalmente responsable de varios delitos: homicidio a título de dolo eventual, omisión de asistencia, atentado, resistencia al arresto y desacato.
Como atenuante, se consideró su confesión y que es primario absoluto. Como agravante, se consideró que causó “males innecesarios”, y, como agravante específico en el delito de atentado contra los policías, que la violencia que ejerció fue contra varios funcionarios.
El hombre salió el sábado a las 2.00 de su casa en Las Piedras hacia Mercedes conduciendo un camión propiedad de una empresa. En el camino, en la ruta 23, durmió un rato. Cerca de las 10.30, el dueño de la empresa se comunicó con Policía Caminera para plantear que mediante el GPS constató que el camión se desplazaba “a gran velocidad” por la ruta 2. Según consta en el acta de Fiscalía, “presumiendo que el conductor estaba alcoholizado”, los funcionarios de Policía Caminera vieron el camión y le hicieron señas para que detuviera la marcha. El camionero hizo caso omiso y continuó la marcha “a gran velocidad”, “mediante la desobediencia abierta al mandato de los funcionarios policiales de Caminera”.
No respetó el semáforo rojo ubicado en la ruta 2 y Camino Pense y atropelló a una mujer, de 41 años, que iba en una moto y cruzaba habilitada por el semáforo. La mujer murió en el acto.
A pesar del accidente fatal, el camionero no detuvo la marcha y a la persecución se sumó la Policía de Mercedes. Cruzó el puente sobre el río Negro, llegó hasta la zona del peaje sobre ruta 2, se dirigió hacia Mercedes, ingresó en Los Arrayanes, donde recorrió varias calles , para luego cruzar nuevamente el puente e ingresar a Mercedes por la calle Lavalleja. Recorrió varias calles de la ciudad a unos 100 kilómetros por hora, según su relato.
En todo momento fue seguido por los móviles policiales, a los que “en más de una oportunidad les tiró el camión encima”, según el acta de Fiscalía.
A la altura del paraje La Mona, por un camino vecinal se dirigió nuevamente a la ruta 2, que cruzó a alta velocidad. Ingresó a Camino Pense, dirigiéndose nuevamente al lugar donde había sido el accidente y donde la Policía Científica relevaba la escena. A 100 metros de la intersección, dobló a la izquierda y se topó con un camino sin salida, por lo que fue detenido.
En su declaración, el hombre planteó que iba a Mercedes tres veces por semana para levantar huesos y desechos de un matadero. Dijo que no detuvo la marcha cuando la Policía se lo pidió porque “había tomado unas cervezas en el camino” y sabía que “le iba a dar la espirometría positiva, que le iban a quitar la libreta de conducir y no iba a poder seguir trabajando”.
La Fiscalía entiende que “se debe imputar el homicidio a título de dolo eventual, ya que egoístamente aceptó su realización, dado que a pesar de su experiencia como conductor de camiones, conducía el camión a gran velocidad, y alcoholizado, no respetó el semáforo que estaba en rojo, no intentó frenar para evitar el accidente, no hizo ninguna maniobra evasiva para impedir el evento, a pesar de la gran visibilidad que existe en la zona de Ruta 2 y Camino Pense”.
Explicaron que si bien “es claro que su intención no estuvo encaminada a darle muerte a la víctima”, es claro que “debió prever que su acción podía resultar antijurídica, y aunque su voluntad no estaba dirigida a que el hecho se produjera, pero aún previendo el resultado de su acción, acepta que el mismo se produzca”.
El fiscal Chargoñia habló con los medios luego de la audiencia. Confirmó la declaración del camionero: “Aparentemente, por lo que dijo, sabía que venía con alcohol en sangre. No paró porque sabía que si lo paraba la Caminera le iban a constatar alcohol y tenía el riesgo de perder el trabajo, y después pasó lo que pasó”.