La defensa de Martín Mutio pidió el sobreseimiento del empresario en la causa que investiga el hallazgo de 4,5 toneladas de cocaína en el puerto de Hamburgo, encontradas en julio de 2019.
A principios de febrero la fiscal especializada en Estupefacientes de Primer Turno, Mónica Ferrero, pidió una condena de 15 años de penitenciaría, al considerarlo responsable de un delito de narcotráfico y un delito de lavado de activos.
“Como se demostrará en juicio, todas las evidencias apreciadas en su conjunto nos llevan a concluir que la intención de Mutio fue inequívocamente exportar cocaína hacia Europa y posteriormente convirtió el dinero producto de la actividad ilícita a través de la compra de distintos bienes“, sostuvo la fiscal en la acusación.
Para los abogados, en los 16 meses que se investigó el caso, la fiscalía no encontró ninguna prueba que vincule a Mutio directamente con el narcotráfico, más allá de ser el responsable de la exportación donde se encontró la droga, y sostienen que esa situación torna “innecesaria” la realización de un juicio oral, con los costos de tiempo y dinero que implica.
Entre los argumentos dados en la contestación a la acusación fiscal, los abogados de Mutio sostienen que la policía aduanera alemana encontró la droga en el marco de una investigación sobre “maniobras de gancho ciego”, en las que la droga se carga en altamar junto a mercadería legal y se clona el precinto de seguridad o incluso se viola el contenedor sin alterar el precinto.
En esa línea, la defensa señala que la fiscalía no investigó qué sucedió con el contenedor después de que ingresó al puerto de Montevideo ni pidió información sobre lo ocurrido en los otros cinco puertos en los que estuvo el barco. También sostienen que en la investigación no se encontró a otros responsables de la maniobra y califican como inverosímil que una sola persona se haya hecho cargo de una operación valuada en más de 1.000 millones de dólares.
Por otra parte, rechazan el argumento de que la exportación fuera simulada y sostienen que el comerciante italiano que recibiría las 26 toneladas de soja en el puerto belga de Amberes fue investigado por Alemania y no se le encontró responsabilidad, además de reclamarle a Mutio el adelanto que pagó por la importación que realizó.
Otro de los puntos en los que se basan para pedir el sobreseimiento es una investigación abierta por las autoridades del puerto de Amberes sobre tres ciudadanos belgas que intentaron retirar por la fuerza el contenedor contaminado, algo que, según la defensa, no fue investigado por la fiscalía uruguaya.
El documento sostiene que cuando Alemania respondió la solicitud de informes que le cursó la fiscalía uruguaya dijo que el precinto estaba aparentemente intacto y envió una foto de una parte de él, lo que no permite descartar la violación del precinto.
Los abogados consideraron que la fiscalía no utilizó las disposiciones de cooperación internacional que le hubieran permitido pedir a las autoridades alemanas la realización de una pericia sobre el precinto o el envío del precinto a Uruguay para que fuera analizado aquí.
Además de la falta de evidencia, los abogados del empresario hicieron hincapié en la actuación de la fiscal Ferrero, por ocultar a la defensa, durante la audiencia de formalización, la respuesta de la aduana de Hamburgo sobre el estado del precinto y comprometerse a realizar consultas sobre ese punto, cuando en realidad ya las había hecho.
La jueza subrogante de Crimen Organizado de Tercer Turno María Elena Maynard deberá convocar a audiencia de control de acusación antes del 22 de marzo. Luego de esa audiencia, si Mutio no es sobreseído, se definirá la apertura del juicio oral, que deberá realizarse dentro de los siguientes 90 días.
La investigación se inició el 2 de agosto de 2019, tras conocerse el hallazgo de 211 bolsos deportivos con la droga, en lo que fue considerado por la autoridades portuarias de la ciudad alemana la incautación más grande de su historia.
El 30 de agosto Mutio fue detenido por ser el responsable de la exportación y la investigación en Uruguay permitió establecer que de los cuatro contenedores que fueron cargados con soja, tres fueron cargados en la localidad canaria de Los Cerrillos, y el contenedor en el que se encontró la droga, en la ciudad de Libertad.
La investigación fiscal determinó que Mutio había llegado solo al silo donde se cargó ese contenedor en la noche del sábado 9 de junio. Los abogados sostienen que ese contenedor fue cargado en Libertad por inconvenientes logísticos y que Mutio solía fumigar los granos él mismo para bajar costos operativos.
Mutio fue formalizado por un delito de asistencia al narcotráfico con 120 días de prisión preventiva y desde inicios de 2020 espera el proceso en libertad.