Anatole Julien nació en setiembre de 1972 y su hermana Victoria, en mayo de 1975. En setiembre de 1976 fueron secuestrados junto a sus padres, Mario Julien y Victoria Grisonas, en Buenos Aires. Fueron trasladados a Montevideo junto a su madre.

A finales de noviembre los niños fueron llevados a la casa de un policía de apellido Velázquez. Fueron embarcados en un vuelo comercial que salió del aeropuerto de Carrasco y volaron a Chile.

En diciembre de ese año, Anatole y Victoria fueron abandonados en una plaza de Valparaíso, en Chile. Estuvieron en un orfanato y fueron entregados a una familia chilena.

Tota Quinteros, madre de Elena Quinteros, aún desaparecida, publicó fotos de Anatole y Victoria en Venezuela en 1979. Una mujer chilena que estaba de visita en Venezuela los identificó al ver una de esas fotos y así recuperaron su identidad.

De la detención de los padres de Anatole y Victoria se responsabilizó a las fuerzas combinadas de la República Argentina a cargo de la Secretaría de Información del Estado (SIDE) y de Uruguay, mediante la participación del Servicio de Información y Defensa (SID) y del Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA).

Como víctimas de delitos de lesa humanidad, los hermanos encararon un largo proceso judicial que concluyó este miércoles. En 2008, Victoria Julien se acercó al abogado Pablo Chargoñia y, según relató, le “pidió que denunciara su secuestro y el de su hermano Anatole”. 13 años después, la jueza Ana de Salterain condenó a los responsables de estos hechos que tuvieron lugar en el marco del Plan Cóndor.

Jorge Silveira, Gilberto Vázquez y José Arab fueron procesados con prisión por la comisión de dos delitos de privación de libertad, en concurrencia fuera de la reiteración con dos delitos de supresión de estado civil y dos delitos de abandono de niños. José Nino Gavazzo y Luis Maurente murieron antes de que la Justicia se expidiera.