La Justicia italiana envió a Uruguay el pedido de extradición de los militares en situación de reforma Jorge Pajarito Silveira, Ernesto Ramas y el expolicía José Sande Lima por las desapariciones de los militantes del Partido por la Victoria del Pueblo Armando Arnone, Gerardo Gatti, Juan Pablo Recagno y María Emilia Islas, según informaron a la diaria fuentes judiciales. También se envió el pedido de extradición del militar Gilberto Vázquez, quien falleció el 22 de octubre.

Los pedidos de extradición buscan el cumplimiento de la sentencia publicada el 28 de noviembre en la causa que investigó los crímenes de lesa humanidad perpetrados contra ciudadanos italianos en el marco del Plan Cóndor, en la que 14 represores fueron condenados a cadena perpetua por el asesinato y la desaparición de 38 personas.

Según supo la diaria, la causa de extradición que tuvo mayor avance fue la de Ramas. El 20 de diciembre se concretó una audiencia con representantes de la Fiscalía especializada en Crímenes de Lesa Humanidad y representantes del Estado italiano.

Durante la audiencia, que fue llevada por la jueza penal de 45° turno María Noel Odriozzola, el fiscal Perciballe planteó la denegatoria de la extradición en función de que los militares en situación de reforma requeridos por Italia ya fueron juzgados por los mismos crímenes en la Justicia uruguaya.

El tratado de extradición entre Uruguay e Italia, ratificado por la Ley 19.586, establece en el literal F de su artículo 3 que una de las razones para negar la extradición es que la persona reclamada ya ha sido juzgada por las autoridades competentes y exista sentencia firme sobre el mismo delito por el que se lo reclama.

Atento a esto, los abogados que representan al Estado italiano solicitaron al juzgado de Ejecución que entiende en la causa las sentencias de primera, segunda instancia y casación, y un documento que certifique que no hay un recurso de revisión pendiente de resolución por parte de la Suprema Corte de Justicia sobre el caso.

Se estima que en los próximos días lleguen los pedidos de extradición de los otros condenados uruguayos que están en Uruguay, los militares en situación de reforma José Arab, Ricardo Medina y Ernesto Soca. Italia también requerirá a Brasil la extradición del coronel retirado Pedro Mato, quien se encuentra prófugo de la Justicia uruguaya y vive en Brasil, al menos desde 2014. Uruguay pidió su extradición por el asesinato de Luis Batalla, ocurrido en 1972, pero la Justicia brasileña no se expidió en virtud de que Mato tiene la ciudadanía brasileña.

Sobre este punto, el abogado representante del Estado uruguayo en la causa del Plan Cóndor, Andrea Speranzoni, dijo en anteriores declaraciones a la diaria que si bien es complejo el tratado de extradición entre Italia y Brasil, existen antecedentes de ciudadanos brasileños extraditados por causas de terrorismo. “Es un tema muy importante porque se trata de enfrentar la ejecución de una condena y dar cumplimiento a lo que está escrito en la Suprema Corte italiana”, advirtió.

Por esta causa fue condenado el excapitán de navío, Jorge Tróccoli, el único detenido que cumplirá condena en Italia, y los ya fallecidos Juan Carlos Larcebeau, Gilberto Vázquez, José Nino Gavazzo, Luis Maurente y el excanciller Juan Carlos Blanco.

María Emilia Islas fue secuestrada a los 23 años, en su casa de Parque Chacabuco, en Buenos Aires, el 27 de setiembre de 1976 a las siete de la tarde, junto a su hija, Mariana Zaffaroni de 18 meses, quien fue apropiada por el represor Miguel Ángel Furci bajo el nombre de Daniela Furci y localizada en 1983.

Gerardo Gatti fue secuestrado en la madrugada del 9 de junio de 1976 en el barrio porteño de Núñez. La única testigo de su detención fue su secretaria, María Pilar Nores, conocida como la Tía Mónica, acusada de colaborar con las FFAA y quien prestó declaración ante la Justicia italiana. Gatti tenía 44 años.

Armando Arnone fue secuestrado a los 24 años en la mañana del 1° de octubre de 1976, al salir de la casa de un amigo en el barrio Belgrano, en Buenos Aires. No hay testigos de su secuestro.

Al día siguiente, unos 12 hombres armados secuestraron a Juan Pablo Recagno cuando se encontraba junto a Álvaro Nores en un bar de Belgrano. Tenía 25 años.

Los cuatro fueron torturados en el centro clandestino conocido como Automotores Orletti. Gatti fue asesinado luego de un intento de extorsión por parte de las FFAA y su cuerpo desaparecido, mientras que Islas, Arnone y Recagno fueron trasladados a Montevideo junto a otros 20 militantes del PVP en el llamado “segundo vuelo”, realizado el 5 de octubre de 1976, tripulado por los mayores Walter Pintos y José Pedro Malaquín.