Nicolás Schiappacasse fue detenido en un control de rutina en el marco de un operativo policial asociado a un partido clásico que se jugó en Maldonado la semana pasada. Le encontraron un arma cargada con municiones y finalmente fue imputado por tráfico interno de armas, receptación y porte de arma de fuego en lugares públicos. Irá a prisión preventiva por comprar armas robadas y negociarlas con barras de Peñarol. Ana Carolina Dean, al frente de la Fiscalía Letrada de Maldonado de Cuarto Turno, estuvo a cargo del caso.
En la investigación surgió que el imputado compró al menos tres veces armas de fuego que luego negoció con integrantes de las barras. Y, en particular, entre las pruebas se encuentran mensajes del celular del imputado en los que se señala la presunta vinculación de policías en la venta de armas.
En la audiencia la fiscal Dean leyó mensajes de Whatsapp que fueron tomados del celular de Schiappacasse y fueron una prueba para solicitar la formalización de la investigación.
En un mensaje del 11 de octubre de 2021, el imputado envió fotografías de dos armas semiautomáticas, una Glock (marca usada por la Policía) y una Browning, y dijo: “Me la quiere vender un conocido milico amigo de mamá, me la deja a mil [dólares], creo”. El contacto luego le pregunta si compró el arma. Schiappacasse le responde que sí, y agrega: “A 1.200 [dólares], la que es re livianita”. Dos días después, Schiappacasse mandó una imagen de la misma arma y escribió: “Que se agarre la gallina”.
También fue presentada a modo de prueba una conversación de un grupo de Whatsapp del que forman parte el jugador de fútbol y tres personas más. El 20 de enero de 2022 Schiappacasse mandó fotos de un arma de similares características a la incautada y de un subfusil Heckler & Koch modelo MP. Junto a las fotos escribió que “los va a agarrar a chumbazos”. La fiscal dejó constancia, además, de que en la imagen aparece un bolso marca Louis Vuitton, como el que fue incautado al momento de la detención.
Según fuentes policiales, los subfusiles Heckler & Koch son alemanes y en Uruguay no son de comercialización libre. Estas armas están prohibidas para el uso civil, y la Policía y las Fuerzas Armadas son quienes tienen este tipo de armas en el país. Sólo son vendidas por Alemania a los estados.