El presidente Luis Lacalle Pou y el titular del Consejo Federal Nacional de Emiratos Árabes, Saqr Ghobash, estuvieron el 15 de setiembre en la Torre Ejecutiva. En la reunión también participaron los senadores oficialistas Germán Coutinho y Jorge Gandini y una delegación de funcionarios árabes, según un artículo que publicó al día siguiente la agencia pública emiratí.
Ghobash dejó claro ya desde su presentación cuál es el lugar que ocupa en la escala jerárquica del gobierno al transmitirle a Lacalle Pou los saludos de sus dos superiores: el presidente, Mohamed bin Zayed Al Nahyan, y el vicepresidente y primer ministro, Mohammed bin Rashid Al Maktoum.
El encuentro en la oficina presidencial del piso 11 se empezó a gestar tres semanas antes y siete pisos más abajo, según puede reconstruirse a partir del chat 621 que se recuperó del teléfono del exjefe de la seguridad presidencial, Alejandro Astesiano, incluido en la carpeta judicial, a la que accedió la diaria.
El 26 de agosto Astesiano recibió un mensaje de un funcionario de la embajada de Emiratos Árabes en Buenos Aires, con quien ya había estado en contacto unos meses antes tras la visita de Lacalle Pou y una delegación de Presidencia a la Expo Dubái.
“Tengo novedades muy importantes. El mes que viene, la tercera persona más importante del gobierno de Emiratos va a visitar Uruguay”, le escribió el funcionario del gobierno árabe. “Perfecto”, respondió Astesiano.
El emiratí continuó con su explicación: “El presidente del parlamento que va a encabezar una delegación parlamentaria (...) A él le gustaría tener el honor de tener una reunión con el Sr. Presidente. ¿Nos puede ayudar en hacer llegar esta solicitud?”.
“Claro que sí. Lo hablo y le comunico”, respondió Astesiano rápidamente. “Nosotros habíamos cursado una solicitud formal por vía Cancillería pero no recibimos nada aún. Ya le paso la info oficial”, explicó el funcionario de la sede diplomática en Buenos Aires, antes de compartirle un documento en formato PDF con todos los detalles de la visita.
“Ok, lo hablo. Lunes mismo”, dijo Astesiano, unos minutos después del mediodía del viernes 26. “Súper agradecido”. “A la orden siempre”. Emojis. Y cierran el intercambio.
El funcionario diplomático le vuelve a escribir unos días después para saber si hubo novedades, y la reunión del presidente uruguayo con Saqr Ghobash se termina concretando dos semanas después.
En este pasaje de la conversación, a las 14.19 del 29 de agosto, el funcionario árabe aprovecha la buena disposición de Astesiano y le pide “algún contacto cercano a la Sra. Beatriz Argimón”. Del chat no surge que lo haya ayudado en esa gestión.
El “pescado congelado” y la “valija diplomática”
Antes de coordinar la reunión oficial en el piso 11 de la Torre Ejecutiva, Astesiano y el funcionario del gobierno de Emiratos Árabes habían tenido varios contactos por Whatsapp. Los primeros fueron a finales de febrero cuando el funcionario emiratí le pregunta a Astesiano si una “carga de pescado congelado” que se despachó en Dubái había llegado a Montevideo.
“Cuando estábamos en Dubai nos pidieron dirección y a nombre de quién. El presidente dio su dirección y puso mi nombre. Pero nunca nos dijeron que debíamos retirarlo en el aeropuerto. Siempre en Dubai dijeron que el paquete llegaba a la casa del sr presidente. La pregunta es si está frío eso? Mandariamos a retirarlo al Aeropuerto”, escribió Astesiano en la tarde del 28 de febrero.
Intercambian llamadas y luego Astesiano le reenvía la comunicación de una funcionaria del consulado de Emiratos Árabes en San Pablo. “El pescado viene de los Emiratos en este momento y llegará a São Paulo esta tarde. Estamos trabajando para poder liberar esta carga lo antes posible para despachar esta carga en el vuelo Gol G37630 mañana”, dice ese mensaje. Unos días después, el 7 de marzo, Astesiano le confirma a su interlocutor árabe que la “carga” llegó a destino.
Dos semanas después vuelven a establecer una comunicación. El diplomático le comparte un documento en formato PDF con el ticket de avión del director general de la Aviación Civil de Emiratos Árabes, Saif Al Suwaidi, y minutos después, un link del gobierno uruguayo con el currículum del director nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica, brigadier Gaetano Battagliese.
Al día siguiente, el funcionario árabe le hace un pedido: “La gente de protocolo en el aeropuerto va a intentar declarar las valijas como valijas diplomáticas. Igual si usted también puede hablar nunca está de más porque el avión debe estar por arribar”. Astesiano le responde un poco molesto: “Yo hablé todo, a ver qué pasa. Ahora reunido con el presidente. Anoche me dijeron vamos hacer todo lo posible”.
El emiratí le agradece y Astesiano le termina diciendo: “A la orden, ojala tengamos suerte”. “Dios quiera”, concluye el funcionario de Emiratos Árabes en la mañana del 22 de marzo.
No era el único contacto que manejaba Astesiano a nivel diplomático. Por ejemplo, en el chat 47 de la carpeta investigativa aparece un mensaje que le envió una funcionaria de la Oficina de Seguridad de la embajada de Estados Unidos en la mañana del 9 de setiembre, y el 10 de marzo, según consta en el chat 573, una persona le escribe a partir de un contacto que le facilita el jefe de seguridad de la embajada de Israel en Montevideo.