En abril de este año, Andrés Barrios, de 49 años, mató a sus dos hijos, un niño de 7 años y una niña de 8 años, en su apartamento ubicado en Soriano y Ejido, en el Centro de Montevideo. El hombre, que no tenía denuncias previas de violencia doméstica ni antecedentes, se había separado de su pareja y de común acuerdo los niños se habían quedado con él porque vivía en la capital. Los mató con un cuchillo mientras dormían y luego intentó suicidarse cortándose. Al no lograrlo, llamó a la Policía, que concurrió al lugar y encontró la escena. Fue formalizado por homicidio especialmente agravado y muy especialmente agravado. El caso estuvo a cargo de la fiscal Adriana Edelman al frente de la Fiscalía de Homicidios de tercer turno.

El 23 de noviembre, a casi siete meses del crimen, fue condenado por homicidio especialmente agravado por el parentesco y muy especialmente agravado por la brutal ferocidad.

Este viernes, mientras repartían el almuerzo, lo encontraron colgando con una piola de nylon en su celda del Penal de Libertad. La Fiscalía de Libertad de 2º turno a cargo de la fiscal Cecilia Gutiérrez dispuso el relevamiento de Policía Científica.