El fiscal especializado en Delitos Sexuales de 4° turno, Raúl Iglesias, asumió en su nuevo cargo hace poco más de una semana y, según declaró el martes, en ese tiempo, de los 910 casos activos con los que se encontró, bajó a 690. Entre los que sigue investigando está la violación grupal en Cordón, para la que planteará el retiro de la prisión preventiva sobre los tres imputados, por entender que ya no es necesaria y que le permitirá negociar mejor con los hombres.

“En este caso, entiendo que el riesgo procesual no se mantiene en el tiempo, yo lo veo distinto y le voy a dar otro enfoque. No estoy criticando a [la exfiscal del caso Sylvia] Lovesio, yo lo tomo y me hago responsable. Ahora, estoy evaluando qué medidas pedir, porque son tres personas distintas, y ver qué le puedo ofrecer a cada una, si hay un abanico de opciones no sé por qué ir a una, es una caja de herramientas”, sostuvo en entrevista en La Pecera de Azul FM.

Con respecto a la medida de prisión preventiva, Iglesias aclaró que sólo la pide cuando “existe un peligro procesual de riesgo de fuga, de obstaculizar la investigación o peligro para la víctima, y evaluamos que sea la última opción, no empezamos por eso, y en muchos casos, pedimos otro tipo, aunque a veces no nos queda otra y pedimos por el mínimo tiempo posible”.

A su entender, hay que “ver los riesgos procesuales” y analizar el caso “en profundidad”, partiendo de la base de que en la “Constitución está claro que la persona tiene el derecho a esperar su juicio en libertad”.

En relación a este caso en particular, dijo que, habiendo avanzado la investigación desde que se tomó esta medida, cree que los imputados “pueden quedar en otro régimen menos gravoso y aún así proteger a la víctima, que no haya riesgo de fuga, ni entorpecimiento. Por eso, entiendo que esa medida tan extrema no tiene sentido, yo puedo seguir avanzando con las personas en otro régimen”.

Luego de este primer movimiento, en el que el juez tiene la última palabra el viernes, Iglesias dijo que estudiará “en detalle” el caso y analizará si, en su opinión, la imputación fue correcta o la reformula por entender que el delito cometido es más gravoso o menos.

Entre los elementos que evaluará, según comentó, está la situación del único menor imputado en el caso, un adolescente de 17 años. Iglesias aseguró que indagará si la víctima, una mujer de 30 años, “podría” terminar imputada al haber mantenido relaciones sexuales con un adolescente.

El periodista Ignacio Álvarez, que fue quien difundió audios de la víctima de la violación al aire, le consultó sobre las pruebas que manejan para acusar a los imputados como culpables, a lo que Iglesias respondió que no puede tenerse en cuenta un solo elemento, sino el conjunto de pruebas. “La carga de la prueba la tiene el Estado, la fiscalía, en demostrar que las cosas sucedieron de determinada manera. Para demostrar no alcanza con la denuncia, tengo que rodear a cada cuestión de un montón de pruebas”, opinó.

Álvarez también le preguntó sobre si él hubiera actuado de la misma forma que la fiscal Mariana Alfaro, que pidió una orden de allanamiento para conocer cómo había obtenido ese material. Ante esto, Iglesias respondió que “hay otras formas de obtener la misma información, hay que usar la cabecita y ver qué es lo que menos perjudica y más efectividad te da. A mí lo que me preocupa es el objetivo y lo busco de la forma que menos perjudica a las personas”.

Consultado sobre si cree que hay fiscales “flechadas ideológicamente con militancia feminista que no da garantías”, Iglesias dijo que él no es militante y que no le parece bien que haya fiscales militantes. “¿Los hay?”, le consultó el periodista y respondió: “Aparentemente los hay. No estoy de acuerdo porque no defendemos una idea concreta, nosotros defendemos a la sociedad, a la causa pública, somos funcionarios públicos que tenemos que defender la Constitución, la ley, impartir justicia, nada más y nada menos”.

Triunvirato en Fiscalía

Iglesias se mostró a favor de la propuesta del exfiscal Gustavo Zubía, que sugiere que la Fiscalía General de la Nación deje de tener al fiscal de Corte como único al mando y pase a estar dirigida por un triunvirato, en el que lo acompañen dos directores. Para Iglesias esto aportaría “más garantías” porque balancearían “el poder en todo el resto del funcionamiento, en traslados, ascensos y concursos”.