Un operador penitenciario del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) fue detenido en la revisoría de la Unidad 4 Santiago Vázquez (ex Comcar) por intentar ingresar un arma de fuego cargada con varias balas, drogas y celulares.
En la revisoría del Comcar, que está a cargo de la Guardia Republicana, hay un escáner corporal que toma mediante rayos x la totalidad del cuerpo. También hay un escáner para monitorear el ingreso de bultos. Un policía de la Guardia Republicana detectó que el operador pasó por el escáner corporal, pero dejó un termo sobre la mesa que está al lado del escáner. Por eso, le pidió que volviera a pasar por el escáner corporal, esta vez con el termo en la mano. Así detectaron que tenía objetos prohibidos dentro.
El Ministerio del Interior informó que se incautó un arma calibre 32 cargada con cinco balas y tres celulares. Además, en una mochila le incautaron 1,2 kilos de marihuana, 1,3 gramos de cocaína y cuatro cargadores de celular.
La ley de urgente consideración establece una pena inexcarcelable que va de cuatro a 15 años de prisión para quienes ingresan drogas a las cárceles. Además, el delito de tráfico interno de armas de fuego es castigado con una pena de seis meses de prisión a seis años de penitenciaría. Si el delito es cometido por alguien que integra una organización criminal, la pena será aumentada en un tercio.
La Fiscalía de Estupefacientes a cargo de la fiscal Mónica Ferrero solicitó que sea imputado por estos delitos. María Helena Mainard, jueza penal especializada en crimen organizado de 2do. Turno, dispuso su formalización con 180 días de prisión preventiva. Fue imputado como presunto autor de un delito de suministro de sustancias estupefacientes prohibidas en grado de tentativa en reiteración real con un delito de tráfico interno de armas de fuego, municiones y otros materiales relacionados.
En lo que va de 2022 se formalizaron 6 operadores penitenciarios del INR con prisión por ingresar elementos no autorizados a las cárceles.