La Policía australiana incautó en el puerto de Melbourne 200 kilos de cocaína, que viajaron desde Argentina escondidos entre las tuberías de un buque aceitero. Según la información difundida por The Sidney Morning Herald, la droga fue descubierta durante una revisión submarina en la que encontraron modificaciones en el sistema de tuberías para bombear el agua.
Según la información dada por la Aduana argentina, el Chemstar Sapphire partió en julio desde el puerto argentino de Quequén con una carga de 6.500 toneladas de aceite de girasol, estuvo 12 días en el puerto brasileño de Santos y luego tres días en Montevideo.
Las autoridades argentinas y australianas están investigando en conjunto la maniobra en busca de reconstruir la trayectoria de la droga, que en una primera hipótesis se cree que fue cargada por buzos en el puerto de Santos.
Para ello se basan en un antecedente ocurrido en mayo de 2022, en el que autoridades australianas encontraron el cadáver de un buzo brasileño junto a 54 kilos de cocaína en el puerto de Newcastle, a unos 150 kilómetros de Sídney. Se estima que la muerte se debió a un accidente durante la descarga.