El fiscal de Corte, Juan Gómez, opinó este lunes sobre el acuerdo que alcanzó la fiscal Gabriela Fossati en el caso que investigaba al exjefe de seguridad presidencial, Alejandro Astesiano, que fue condenado a cuatro años y medio de prisión por cuatro delitos. “En función de los delitos imputados -desde luego no puedo abrir ningún tipo de opinión sobre situaciones de hecho que no conozco-, me parece hasta un muy buen acuerdo logrado por la fiscal y su equipo”, aseguró.

En diálogo con En perspectiva, Gómez dijo que en este caso, “en función de los límites de las penas con que son sancionadas esas conductas delictivas, estamos hablando de un límite máximo de cinco años; una penalidad de cuatro años y seis meses es un buen acuerdo para la fiscalía”.

En concreto, sobre la opción de decantarse por un acuerdo abreviado, Gómez dijo que “ningún comentario desfavorable nos merece esa elección de la vía de solucionar el conflicto, simplemente considero que es una responsabilidad de cada fiscal elegir cuál es la forma en la que va a resolver el conflicto, considerar cuáles son las dificultades que ofrece el caso concreto”.

De hecho, comentó que es “partidario” de la “solución del abreviado” ya que “muchas veces, cuando se manejan evidencias que puedan ser muy discutidas en un juicio oral y público”, esta modalidad “garantiza a la sociedad que no hay impunidad”. En ese sentido, dijo que “no nos merece otro comentario de que es una resolución del conflicto, adoptado con responsabilidad por una fiscal que ha trabajado en un caso”.

Falta de recursos y agravios hacia la fiscal del caso

Fossati ha dicho que decidió apostar por un acuerdo abreviado en vez de ir a un juicio oral y público, en parte por la falta de recursos que disponía para esa etapa. Consultado por esa situación, Gómez admitió la falta de recursos que tiene la Fiscalía General de la Nación, así como todo el sistema judicial, pero remarcó que Fossati contó “desde el primer momento” con todos los recursos disponibles para trabajar.

En concreto, mencionó que tuvo a disposición varios equipos de asesores, como la Unidad de Análisis y Contexto, “que permite ayudar a los fiscales en el análisis de temas complejos, con mucho material para ser depurado”; la Unidad de Litigación, que está especializada en las complejidades de los juicios orales y públicos; y la Unidad de Cooperación Internacional, dado que parte del caso implicaba la falsificación de documentos rusos.

“No tengo ninguna duda de que todo lo que me fue requerido personalmente le he dado cumplimiento en apoyo a una gestión en un caso de connotación pública, como también siempre hemos estado a disposición de cualquier fiscal que así lo requiriera”, resumió Gómez.

Según el fiscal de Corte, algunos de esos recursos ofrecidos “fueron utilizados desde el primer día”, como la Unidad de Análisis y Contexto, “porque se me refirió que había mucha documentación a analizar y esa es una de las especialidades de esa unidad, eso desde el primer día fue utilizada. Esa pequeña conversación ocurrió un viernes y el sábado ya estaba trabajando a disposición de la doctora Fossati”.

Gómez agregó que “en otras instancias le hemos ofrecido la ayuda de la Unidad de Litigación y estuvo en una reunión la responsable de esa unidad, planteándose alguna situación concreta y ofreciendo la disponibilidad del tiempo que fuera necesario”.

“En el caso concreto relacionado a la investigación que realizaba la doctora Fossati, debo manifestar claramente que la Fiscalía General de la Nación puso a su disposición los escasos recursos que dispone, en ese sentido queda siempre sujeto a la iniciativa de la fiscal de hacer uso o no de los recursos con que cuenta la Fiscalía”, aclaró.

Fossati también ha señalado que esperaba de parte de Gómez una reacción ante los agravios recibidos tras la resolución del caso Astesiano. Consultado por esto, el fiscal de Corte dijo estar convencido de que así como él guarda respeto a todas las personas, lo exige también para todos los funcionarios de la Fiscalía que en cumplimiento de su función “reciben manifestaciones de desagrados, algunas fuera de lugar, que tiñen aspectos personales que no deberían ser analizados públicamente, porque no tienen ni sentido de atribuir a funcionarios calidades que no tienen, preferencias que no guían la actuación de un fiscal que se debe manejar por la objetividad”.

“Si fuera por responder a todos los agravios o los destratos, debería vivir permanentemente en los medios, ya que no estoy en las redes, retrucando y limitando la libre expresión de cualquier persona. Digo que las personas que emiten esos comentarios impropios del ser uruguayo deberían al menos pensar que de esa forma no se construye, no ayudamos a construir una sociedad que requiere con urgencia ser mejor de lo que tenemos hoy y no estar aumentando grietas o creándolas, cuando en temas sensibles debemos manejarnos con prudencia y respeto”, opinó.