Son casi las siete de la tarde cuando el aire de la sala del tribunal del aula búnker de Rebibbia se vuelve más denso. Fabiana Larrobla, coordinadora del Equipo de Investigación Histórica de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente, tras una pregunta del abogado Andrea Speranzoni, explica al tribunal romano qué son el submarino y la picana. Jorge Néstor Tróccoli, el acusado, permanece impasible, escucha y no muestra ni un atisbo de emoción.

Speranzoni, que representó al Estado uruguayo en el juicio del Plan Cóndor de Roma, en este caso representa al Frente Amplio (FA), ya que el Estado uruguayo no participa como parte civil sino como “parte ofendida”, lo que implica no estar en interrogatorios ni intervenir en demanda por daños.

La audiencia es del segundo juicio que se está celebrando en Roma en contra del exmarino uruguayo y duró nueve horas. Tróccoli ya fue condenado en julio de 2021 a cadena perpetua por la muerte de ciudadanos italianos y uruguayos en el marco de la coordinación represiva conocida como Plan Cóndor, que se desplegó en América del Sur en las décadas de 1970 y 1980.

El exmilitar de la Armada Nacional, que huyó de Uruguay para evitar ser enjuiciado por actos similares, es imputado por la tercera sección de la Corte de Asís de Roma, presidida por la jueza Antonella Capri, por la muerte y desaparición de la pareja ítalo-argentina conformada por Rafaela Filipazzi y José Agustín Potenza y por la desaparición de la maestra uruguaya Elena Quinteros, militante del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP). Tróccoli está actualmente preso en la cárcel Gian Battista Novelli de Carinola, en la provincia de Caserta.

Filipazzi y Potenza fueron secuestrados en Montevideo el 27 de mayo de 1977 en el hotel Hermitage, entregados a la unidad S2 de los Fusileros Navales (Fusna) y luego cedidos a agentes de la represión del dictador paraguayo Alfredo Stroessner y trasladados en avión a Asunción para después ser asesinados. Sus restos fueron encontrados en marzo de 2013 en Asunción.

Elena Quinteros fue secuestrada en Montevideo el 24 de junio de 1976 y llevada a un centro de detención clandestino; logró escapar pero fue detenida mientras trataba de pedir asilo político a la embajada de Venezuela en Montevideo. Desde ese momento, permanece desaparecida.

Los testimonios

Estaban previstos tres testimonios para esta audiencia: el de Larrobla, el de Francesca Lessa, profesora de Estudios Latinoamericanos y Desarrollo de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y autora del libro Los juicios del Cóndor: La coordinación represiva y los crímenes de lesa humanidad en América del Sur, y el de Luis Puig, exdiputado del PVP, FA. Puig, que fue a Roma en representación de su partido y del FA, expresó a la diaria su emoción por encontrarse en el tribunal para testificar sobre la historia de Elena Quinteros, “una compañera imprescindible, una militante seria y preparada”.

La primera en subir al banquillo de los testigos fue Lessa, que hizo una reconstrucción histórica del contexto político y social de América del Sur en los años 70 y 80 focalizando la atención en las dictaduras militares, el terrorismo de Estado y el Plan Cóndor, y presentó a la corte las principales fuentes documentales útiles como material probatorio. El abogado de Tróccoli, Marco Bastoni, se opuso al testimonio de Lessa señalando que la reconstrucción histórica ya figura en el expediente, pero su excepción fue rechazada por el tribunal.

Lessa mostró documentos desarchivados por la CIA (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos) en 2019 que explican cómo funcionaba el Plan Cóndor, que estaba dividido en Condortel, que manejaba la comunicación, y Condoreje, que se ocupaba de los aspectos operativos. En el mismo documento se habla también de operaciones que se desarrollaban fuera de Sudamérica y de los posibles objetivos del plan; ahí aparecen los nombres del dirigente del PVP Hugo Cores y del nacionalista Wilson Ferreira Aldunate.

Tróccoli y el secuestro de Elena Quinteros

Lessa relató las tareas que desempeñaba Tróccoli en el Fusna, sus viajes a Argentina y sus contactos con la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma), centro de detención clandestino donde se encarceló y torturó a unas 5.000 personas, de las que sólo sobrevivieron 200. Habló sobre la ficha de Elena Quinteros donde consta que Alex Lebel afirma que Tróccoli y Juan Carlos Larcebeau participaron en el secuestro de la maestra.

De particular interés fue la exposición de algunos documentos relativos al caso de Elena Quinteros. En concreto, un memorándum del Ministerio de Relaciones Exteriores del 2 de julio de 1976 denominado “Memo A o B” y cuyo asunto es “Conducta a seguir frente al caso Venezuela desde el punto de vista de las relaciones internacionales”, en el que se analizan las ventajas e inconvenientes de entregar o no a “la mujer” a la embajada de Venezuela y explotar la publicidad derivada de esa acción.

También cabe destacar la presentación del Cablegrama (mensaje enviado por cable submarino) Informativo de Inteligencia, de la CIA, del 26 de julio de 1976, titulado “Detención de 30 subversivos uruguayos por las autoridades argentinas”, en el que se informa de importantes datos sobre varias víctimas del PVP, entre las que se encuentra Quinteros, y Gerardo Gatti y León Duarte, también desaparecidos.

El documento describe la colaboración entre las fuerzas de seguridad argentinas y uruguayas y el destino final de los prisioneros. Informa: “La Policía Federal Argentina y la Secretaría de Inteligencia (SIDE), en colaboración con [omitido] del Servicio de Inteligencia de la Defensa [detuvieron] a 30 miembros uruguayos de la Organización Revolucionaria del Pueblo (OPR-33) en Argentina durante acciones en 26 locales en el período comprendido entre el 12 y el 16 de julio de 1976. La mayoría de los detenidos, aunque no todos, eran de importancia secundaria en la OPR-33 y unos 170 activistas de la OPR-33 siguen en libertad en Argentina”. Cabe aclarar que el nombre correcto de la OPR-33 era Organización Popular Revolucionaria 33 Orientales.

El cablegrama también menciona que “los subversivos uruguayos capturados no serán devueltos a Uruguay, sino que serán tratados de acuerdo a los procedimientos en Argentina en este momento con respecto a los subversivos, probablemente serán asesinados”. En otro punto, dice: “Los líderes de la OPR-33, Gerardo Gatti y León Gualberto Duarte Luján, previamente detenidos, fueron asesinados”. Y más adelante hace referencia a Elena Quinteros: fue “sacada contra su voluntad del recinto de la Embajada de Venezuela en Montevideo, el 28 de junio de 1976, por agentes de las fuerzas de seguridad uruguayas, luego de haber logrado escapar durante un operativo en el que debía identificar un punto de encuentro de la OPR-33”.

Lessa mostró también un documento de la inteligencia de Estados Unidos donde se dice que el PVP había sido eliminado después del trabajo de las fuerzas conjuntas de Uruguay y Argentina.

Francesca Lessa declarando en el juicio que se le sigue a Jorge Tróccoli en Roma

Francesca Lessa declarando en el juicio que se le sigue a Jorge Tróccoli en Roma

Foto: Nadia Angelucci

Los roles de Tróccoli en el Fusna

Con respecto a Tróccoli, Lessa puso en evidencia la actuación del exmarino en el Fusna, en particular su rol en el S2 y sus conexiones con la Esma.

En la reconstrucción de la profesora, basada en el expediente de Tróccoli y en la sentencia del juicio del Plan Cóndor de Italia de 2021, se expresa que a partir del 6 de febrero de 1976 Tróccoli comenzó a servir como comandante de la Sección S-2 del Fusna y que desde el 1º de abril de 1976 hasta el 30 de mayo de 1976 el exmarino fue nombrado oficial de enlace de la Armada con el Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA), cargo que consistía en “coordinar las misiones y las acciones antisubversivas”.

El 21 de julio de 1976, el oficial evaluador, en referencia a las actividades de Tróccoli dentro del OCOA, afirma que “el mismo había transmitido material incautado e información sobre sedición a la Sección S-2; estos materiales habían aportado grandes beneficios a la misma Unidad y le habían valido al mismo Oficial evaluaciones muy positivas con respecto a su trabajo”. En evaluaciones posteriores, Tróccoli continuó como comandante de la Sección S-2 del Fusna, con “excelentes resultados en relación con la lucha contra la subversión”. Tanto es así que el 20 de setiembre de 1977 fue ascendido al grado de teniente de navío.

De diciembre de 1977 a enero de 1978, Tróccoli y otros oficiales del Fusna participaron en operaciones contra ciudadanos uruguayos exiliados en Buenos Aires, militantes de los Grupos de Acción Unificadora, el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros y el Partido Comunista Revolucionario. El 9 de febrero de 1978, como miembro del Estado Mayor del Fusna, “fue trasladado a la Argentina (después de haber viajado desde Montevideo en los meses de noviembre, diciembre y enero anteriores)”, y en 1978 y 1979 Tróccoli prestó servicios como oficial en la Esma en Buenos Aires.

El cambio de mando en el S-2

Por su parte, Larrobla fue interrogada por el fiscal Erminio Amelio sobre el funcionamiento del Plan Cóndor y de los organismos de represión. También expuso acerca de la documentación contenida en el legajo personal de Tróccoli, las fechas y los cargos del exmarino en el Fusna, y su rol de oficial de contacto con el OCOA. Se refirió también al papel de Elena Quinteros en el PVP y las circunstancias de su secuestro, antes en su casa y luego en la embajada de Venezuela.

La historiadora mencionó también el cambio de mando en el S-2 del Fusna entre Lebel y Tróccoli, señalando que coincide con un cambio en las directivas represivas en la unidad naval. Larrobla dijo que en febrero de 1976 la metodología represiva cambió, se profundizaron las técnicas de tortura y comenzó a haber una mayor coordinación con las otras dependencias del aparato represivo para realizar operativos a gran escala. Lebel era contrario a los métodos de tortura y fue sancionado, detenido y posteriormente trasladado. Luego asume Tróccoli.

Larrobla habló también del testimonio de Nilka Regio, que vio a Elena Quinteros en el centro clandestino de detención 300 Carlos luego del secuestro en la embajada de Venezuela y destacó el hallazgo de la ficha relativa a Quinteros en el archivo del Fusna, en la que aparece una fotografía de la maestra y el texto “fallecida”. A lo largo de la exposición de Larrobla, se fueron incluyendo en el expediente los documentos que la historiadora citó.

Por su parte, Bastoni contrainterrogó a Larrobla, intentando demostrar que en la cadena de mando en el Fusna Tróccoli sólo cumplía órdenes. También señaló que Tróccoli le dijo que Lebel tiene 500 denuncias por tortura en Uruguay. Después del testimonio de Larrobla, que duró cinco horas, la corte decidió postergar el testimonio de Puig para la próxima audiencia, que será el 14 de marzo.