El 20 de setiembre de 2022 una persona privada de libertad inició un incendio en su celda en Las Rosas, cárcel de Maldonado. Comenzó el incendio al prender fuego ropa y luego tomó fuego un colchón.

Siete personas resultaron heridas y trasladadas a distintos centros de salud. Tres de ellos fueron derivados al Centro Nacional de Quemados en Montevideo y uno de ellos falleció tres días después del incendio.

Luis Mendoza, director del Instituto Nacional de Rehabilitación, indicó en ese momento que la persona que prendió fuego “atentó contra la vida de los compañeros, porque incluso algunos estaban durmiendo”. Como era el que estaba más cerca de la puerta, fue el primero en salir de la celda cuando abrieron los policías y es el único que fue dado de alta en el día.

El caso fue asumido por la Fiscalía de Maldonado de 1º turno a cargo del fiscal Sebastián Robles. El responsable del incendio fue imputado como presunto autor penalmente responsable de un delito de incendio agravado por el resultado de muerte y lesiones de varias personas.

Según la solicitud de formalización de la Fiscalía, el día del ataque, tanto el imputado como sus compañeros de celda, “se encontraban reclamando infructuosamente a los llaveros el cambio de sector, ya que tenían problemas con otros presos”.

Poco antes de las 11.15, el imputado “prendió fuego un acolchado en el lugar por donde les pasan la comida ('sapo') y encendió otro foco en la puerta de ingreso a la celda, luego apoyó un colchón contra la puerta de ingreso a la celda, con el único fin de llamar la atención para que accedieran al cambio de sector”. Pero, según se informa, el imputado “perdió el control de la situación y el fuego se expandió”.

Consta en la solicitud de formalización que los policías procedieron de inmediato a sacar a las siete personas que estaban en la celda “con vida y con lesiones y signos de intoxicación”, que fueron derivadas a distintos centros de salud.

Según se indica, el 23 de setiembre de 2022, uno de los heridos falleció por un “shock séptico, neumonía aspirativa bilateral, gran quemado con injuria de la vía aérea, a causa del incendio”.

Se describen las lesiones que sufrieron otras tres personas privadas de libertad. Uno de ellos tuvo quemaduras por fuego directo, en la cara, en el tórax y en los brazos, con 22% del cuerpo quemado profundo y con quemadura de vía aérea. “Tuvo peligro de vida y se estimó el tiempo de curación e inhabilitación para tareas ordinarias superior a 20 días”, según se indicó.

Otro de los heridos tuvo “edema de mucosa labial, insuficiencia respiratoria, quemaduras de segundo grado en pantorrillas y manos, quemadura de vía aérea en cara anterior con eritema periorificial con edema de mucosa. Heridas por quemaduras de segundo grado superficiales y de primer grado profundas que comprometen cara anterior e interna de mano sin pérdida de vitalidad de tejido. En cuello quemadura de primer grado superficial”. También se señaló que “estuvo con riesgo de vida, y se estimó el tiempo de curación mayor a 30 días y de inhabilitación para tareas ordinarias en 25 días”.

Otro de los heridas tuvo “quemaduras en rostro, edema de mucosa labial, edema y quemadura de nariz, insuficiencia respiratoria, heridas ulcerantes en ambas manos, quemadura de vía aérea en toda su extensión desde lengua, paladar hasta inicio de tráquea, quemaduras grado II profundas en fosas nasales y labios, heridas por quemaduras grado II y grado III profundas que comprometen cara palmar y dorsal de ambas manos, pérdida de vitalidad de tejido. Tiempo de curación mayor a 30 días, tiempo de inhabilitación para tareas ordinarias 25 días, con peligro de vida”.

Como evidencia se tomó en cuenta las declaraciones de las víctimas, de los guardias, la autopsia, los análisis forenses y el informe de Bomberos, entre otras cosas.

Se concluyó que, “en efecto, una persona falleció y varias resultaron lesionadas debido al incendio que inició” el imputado “con la finalidad de llamar la atención para que los cambiaran de sector, y sin querer ni prever el fatal desenlace”.