Una mujer de 50 años fue asesinada en su casa en Estación Atlántida, Canelones. El cuerpo presentaba varias puñaladas y golpes en la cabeza. Un hombre de 27 años, de iniciales RAPB, fue detenido. Era vecino de la mujer y ya le había robado antes. También fue detenido su concuñado, LMGB, de 28 años. La Fiscalía de Atlántida de 1º turno, a cargo de la fiscal Tania Vidal, investiga el caso. Ambos fueron imputados por homicidio muy especialmente agravado. Se dispuso la prisión preventiva de los dos.
Según el acta de formalización de Fiscalía, el martes de madrugada, RAPB y LMGB forzaron la puerta del fondo de la vivienda e ingresaron con “intenciones de hurtar”. La mujer se dio cuenta de que habían ingresado a su casa, se levantó a ver qué pasaba y reconoció a los dos hombres, por lo que empezó a gritar. Para la Fiscalía, “en ese momento decidieron darle muerte”. La apuñalaron y la golpearon en la cabeza. Después, taparon el cuerpo con una frazada.
Se llevaron una computadora del Plan Ceibal y el celular de la mujer, y se fueron a sus domicilios, que quedan a pocas casas de la vivienda de la víctima. Se repartieron lo que robaron: LMGB se quedó con la computadora y RAPB con el celular.
Este jueves, testigos advirtieron la situación y la Policía concurrió al lugar. La autopsia relevó que la mujer tenía diez heridas de arma blanca, dos de ellas continuas con entrada y salida. Algunas heridas fueron en los pulmones y esa fue la causa del fallecimiento.
Tras un allanamiento a la casa de RAPB, se incautaron restos de un celular en la estufa. En el allanamiento a la vivienda de LMGB se incautó la computadora del Plan Ceibal, que fue reconocida por personal del liceo 1 como la que le habían adjudicado a la víctima.
Para la Fiscalía, “de los hechos expuestos surge que ambos imputados, con intención de matar, apuñalaron y golpearon a la víctima en zonas vitales, con la finalidad de asegurar el resultado del delito de hurto, a la vez que procurarse la impunidad”. Ambos fueron considerados autores porque los dos realizaron los actos consumativos del delito que se les atribuye, que fue a título de dolo directo.
El homicidio fue considerado muy especialmente agravado y se imputó como agravante el descrito en el inciso cinco del artículo 312 del Código Penal, que se tipifica cuando se mata a alguien “inmediatamente después de haber cometido otro delito, para asegurar el resultado, o por no haber podido conseguir el fin propuesto, o para ocultar el delito, para suprimir los indicios o la prueba, para procurarse la impunidad o procurársela a alguno de los delincuentes”. Para este delito, se prevén penas que van de 15 a 30 años de penitenciaría.
En lo que va del año, 12 mujeres fueron asesinadas; un solo caso fue considerado femicidio.