El informe del Departamento de Jurídica de la Fiscalía General de la Nación desestimó la denuncia por violencia de género realizada por la fiscal Gabriela Fossati contra el fiscal Fernando Romano, según informó este jueves el semanario Búsqueda y confirmó la diaria con fuentes de la Fiscalía General de la Nación.

La denuncia fue presentada por Fossati luego de una discusión que mantuvo con Romano por diferencias en la forma en que Romano subrogó a Fossati en el caso Astesiano, cuando Fossati pidió licencia médica, luego de que se filtrara un audio en que Fossati expresaba dificultades para investigar y que no estaba dispuesta a “inmolarse” por el caso.

El documento de Jurídica de Fiscalía, al que accedió la diaria, señala que de la prueba recabada, que implicó la entrevista con Fossati, Romano y dos testigos de la discusión, “resulta acreditado que es una discusión puntual de naturaleza estrictamente laboral, que no se corresponde con la condición de mujer de uno de ellos”. “En definitiva se trató de un intercambio entre dos fiscales de larga data en la institución, aduciendo y planteando argumentos en absoluto pie de igualdad”, sostiene el informe.

El viernes 3 de marzo, el semanario Caras y Caretas difundió un audio entre Fossati y el periodista Carlos Peláez en el que Fossati hablaba sobre los obstáculos de la investigación:“Yo ya no estoy para inmolarme a esta altura de la vida, lo mejor es que la cosa quede clara. Esto es una bomba de tiempo, y que quede claro que a nadie le interesa. A los que les interesa, les interesa por otros fines, no por la justicia, les interesa para sacar rédito político. A los otros no les interesa y, entonces, los que eventualmente cometieron errores, pero me tienen que auxiliar, lo que hacen es ensuciarme por atrás”.

Fossati admitió la autenticidad de los audios y pidió licencia médica por 15 días, siendo subrogada por Romano. Cuando estaba de licencia Fossati se comunicó varias veces con Romano en busca de que se mantuvieran los lineamientos que había planteado en la investigación, particularmente, en lo que refiere al exdirector de Seguridad Ciudadana Gustavo Leal, a quien pretendía imputar por encubrimiento.

El 10 de marzo la Justicia convocó a una audiencia para el 16 de marzo, en la que el juez Arsuaga instaba a la Fiscalía a informar sobre los hechos por los que se estaba investigando a Leal o archivar la investigación en su contra. Ante la posibilidad de que en esa audiencia Romano anunciara el archivo del caso Leal, Fossati se comunicó con su subrogante por teléfono para decirle que aún quedaba mucha evidencia por recolectar, a lo que Romano le respondió que él estaba investigando el caso.

Al no tener la seguridad de que Romano continuaría con la investigación contra Leal, Fossati suspendió su licencia médica y se reintegró, lo que determinó que la defensa de Leal pidiera la suspensión de la audiencia.

A su regreso, Fossati se enteró de que Romano le había tomado declaración a Astesiano en la cárcel, lo que motivó la discusión en la que la fiscal le reclamaba que había asumido un protagonismo innecesario en la causa. Romano enfatizó que esa declaración había sido pedida por Astesiano, que reclamaba hablar con la Fiscalía y fue habilitada por la jueza de ejecución.

En la discusión, que comenzó por Whatsapp, Fossati le pidió a Romano el audio de la entrevista con Astesiano y Romano le dijo que estaba subido a la carpeta de investigación. Luego le preguntó cómo sabía quién había llevado a Leal al Chuy, a lo que Romano le respondió que se lo había dicho el oficial de la investigación. Después le reprochó una intervención suya durante la última audiencia, entonces Romano le dijo que estaba llegando a la Fiscalía y que pasaba por su despacho, por lo que la discusión continuó allí y fue presenciada por la fiscal adscripta Gloria Nicolini y el coordinador Pablo Bardino, que también aportaron su testimonio para la investigación interna.

Antes de conocerse el resultado de la investigación, Romano le escribió al fiscal de Corte, Juan Gómez, para pedirle el traslado de la fiscalía de Flagrancia de 9° turno a la Unidad de Análisis y Contexto de la Fiscalía General de la Nación, de la que fue responsable entre 2016 y 2017. En la carta, Romano le plantea a Gómez que en 25 años en el Ministerio Público, salvo el incidente con Fossati, nunca tuvo una denuncia en su contra.