En lo que va del año, hubo cuatro homicidios en cárceles. Los cuatro fueron en el Penal de Libertad y tres de ellos se dieron en un lapso de cuatro días. El viernes pasado, un hombre de 24 años fue asesinado en el patio del celdario 1 tras una pelea que se dio porque se conocían de la calle y uno le había robado el auto a otro. El domingo, otro hombre de 28 años fue apuñalado en el celdario 2 luego de la visita. Este hombre estaba involucrado en un homicidio y se investiga si pudo haber sido una represalia o una cuestión de convivencia interna. Al otro día, se presume que por una cuestión de convivencia, un hombre de 31 años fue asesinado de un golpe en la cabeza por su compañero de celda, ubicada en el sector A del cuarto piso. El cuarto caso se dio en febrero en el sector A del celdario 1 del segundo piso tras una pelea que se originó porque la víctima le reclamó al agresor que le había prestado unos championes y el presunto homicida los había intercambiado por droga. La víctima fue apuñalada y falleció tras pasar cinco días internada en CTI. Todos los casos recayeron en la Fiscalía de Libertad de 2º turno, a cargo de la fiscal Cecilia Gutiérrez.

Según informó Luis Mendoza, director del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), el martes en rueda de prensa, estos hechos, que se dieron en distintos sectores, no tuvieron conexión entre sí, y señaló que “la convivencia es el problema más grande que tenemos en las cárceles”. Esta cárcel tiene cupo para 1.145 personas y Mendoza indicó que “no hay hacinamiento por razones de seguridad”. Una vez que se completa el cupo, “cerramos ese establecimiento o trasladamos a alguno, porque tiene un cupo máximo para respetar las medidas de seguridad”, explicó.

En la mañana del jueves, se llevó adelante una requisa general en el Penal de Libertad, en la que había 1.139 personas privadas de libertad. Se incautaron 385 cortes carcelarios: un corte cada tres personas. Además, encontraron 15 litros de escabio (bebida alcohólica hecha a partir del fermento de frutas y verduras), cuatro celulares y ropa negra, que está prohibida en las cárceles por riesgo de que se use para camuflarse en una fuga. Del operativo participaron más de 320 funcionarios de distintas cárceles del INR, tanto civiles como policías; también hubo apoyo de otras unidades policiales.

En una nueva rueda de prensa que hubo tras el procedimiento, Mendoza afirmó que “estas son requisas periódicas que tenemos que hacer en todo el establecimiento para incautar elementos no autorizados”. Pero asumió que “en este caso también hay que tener en cuenta los tres homicidios que hubo”, que, si bien “fueron puntuales” y “no se estableció vínculo entre ellos” porque fueron en distintos sectores y por razones diferentes, fue algo que “también nos alarmó por los cortes ya dos de ellos fueron producto de cortes carcelarios y el otro por un golpe en la cabeza”.

Según Mendoza, fue un procedimiento “sin novedad”, y destacó la importancia de “sacar y requisar estos cortes” porque “son los que utilizan para agredirse”. Asimismo, dijo que están haciendo “una campaña muy grande con la subdirección técnica nacional para la resolución de conflictos por medios pacíficos, es decir, que hay que trabajar para que no se lastimen dentro de las unidades”. “Es una preocupación que tenemos”, manifestó.

Sobre cómo se procede cuando ocurren cuatro homicidios en la misma unidad y cómo se intenta prevenir, señaló que “desarmar a la población” es una de las estrategias de prevención, “y después trabajar en la parte técnica”. También “hay que estudiar e investigar a qué se debieron estos homicidios, si hay un nexo entre ellos o no, como en estos casos, que fueron casos puntuales”.

El director del INR resaltó que “los conflictos que tienen muchas veces vienen de la calle” y que, de hecho, en uno de los casos, “el conflicto venía de antes, se conocían del barrio y se encontraron acá”. “Otros suceden por la propia convivencia”, dijo, y agregó que por eso “hay que desarmar por un lado” y por el otro hay que “trabajar en la parte técnica”, porque “la rehabilitación es parte de eso”.

“El conflicto existe y hay que resolverlo por medio del diálogo y no llegar a la violencia y menos a utilizar cortes, que ponen en peligro la vida, como en estos casos”, lo cual reiteró que es una “preocupación en la que están trabajando”, por eso “el desarme de hoy, estos cortes que sacamos de acá, el escabio también, hace que tengan un período de excitación que lleva también a la violencia”.

Consultado sobre si la incautación es similar, mayor o menor a otras requisas, indicó que “es similar” y que “depende de la cárcel”. Para la población que existe actualmente en el Penal de Libertad, planteó que “más o menos es lo que se saca, a veces más o menos”.

Insistió en que “es un tema que siempre nos preocupa”: “Que un arma esté en manos de internos que resuelven los conflictos por medio de ellas y tengamos que lamentar homicidios”. Para Mendoza, “cada homicidio que se lamenta nos toca de cerca porque son personas que pierden la vida, son personas bajo la custodia del INR, bajo nuestra responsabilidad, y a nosotros nos duele y tenemos que trabajar para que no haya en ninguna cárcel ningún lesionado y menos, muertos”.

En lo que respecta a la identificación de los autores y las investigaciones en Fiscalía, el director del INR señaló que “para nosotros están identificados, ya sabemos quiénes son, pero es la Fiscalía la que está trabajando en ese caso”. En este sentido, resaltó que cuando fueron a recorrer la cárcel luego de cada caso también lo hizo la fiscal Gutiérrez, que tiene a su cargo todas las investigaciones.