La fiscal Gabriela Fossati denunció penalmente a su par de Flagrancia de 9° turno, Fernando Romano, tras una discusión que mantuvieron por la actuación en el caso Astesiano, según informó El Observador y confirmó la diaria.

Fuentes de la Fiscalía informaron a la diaria que el caso fue derivado al Departamento de Depuración, Priorización y Asignación de la Fiscalía y que en los próximos días será derivado posiblemente a una fiscalía especializada en Delitos Sexuales, Violencia Doméstica y Violencia Basada en Género.

Fossati pidió la declaración como testigos de la jueza Marcela Vargas, la jueza de Familia María del Carmen Illanes, la fiscal Cristina Falcomer y la fiscal adjunta María Laura Bentos, además de la defensora pública Elena Liard, los mismos testigos que había propuesto en la investigación administrativa, que concluyó que se trató de “un intercambio entre dos fiscales de larga data en la institución, aduciendo y planteando argumentos en absoluto pie de igualdad”.

En la denuncia la fiscal planteó su discrepancia con la conclusión a la que llegó la investigación administrativa instruida por la fiscal Sabrina Flores y planteó que al tratarse de una discusión entre un hombre y una mujer siempre hay un elemento de desigualdad.

Fossati señaló también que en la conclusión de la investigación administrativa se sostiene que las testigos que ella propuso no declararon en contra de Romano, pero no se incluyeron las declaraciones de las testigos en el informe final.

la diaria accedió al expediente administrativo del caso que cuenta con el testimonio de la jueza Marcela Vargas, quien aclara un incidente que se le atribuyó a Romano en 2018, pero que luego se constató que fue provocado por otra persona, por lo que declinó declarar en contra del fiscal. En su testimonio Vargas expresó que le explicó por teléfono a Fossati que no fue Romano quien hizo una denuncia anónima ante la Suprema Corte de Justicia contra ella por la imposición de medidas cautelares en un caso, sino otra persona que trabaja en el Poder Judicial.

“Tras cinco años del evento comentado, nada tengo para expresar sobre el mismo, ni sobre el doctor Fernando Romano, con quien siempre trabajé correctamente [...] El anonimato de la denuncia, como todo acto anónimo, en una sociedad que se precia de democrática y republicana y que transparenta los actos públicos, a juicio de la suscrita, enturbió el contexto de lo acontecido. Reitero que nada tengo que señalar acerca del doctor Fernando Romano, siendo correcta y cordial la relación laboral con el mismo hasta el día de la fecha”, expresó Vargas.

Los testigos directos de la discusión entre Fossati y Romano, el coordinador técnico Pablo Bardino y la entonces fiscal adjunta Gloria Nicolini, declararon que la discusión duró cinco minutos, que Romano ingresó a la oficina y acusó a Fossati de querer destruir la institución y le recordó una denuncia que le había realizado el fiscal Ricardo Perciballe. Nicolini y Bardino coincidieron en que Fossati no elevó el tono de voz y que la discusión terminó cuando Bardino anunció que se retirarían de la oficina.

“Fue un momento desagradable e incómodo que no me gustaría volver a repetir, en el que me vi involucrada de manera involuntaria. De todas formas valoro que el doctor Romano nos pidió disculpas tanto al doctor Bardino como a mí por el mal momento que tuvimos que pasar a través de un mensaje de Whatsapp”, expresó Nicolini.

El documento de Jurídica de Fiscalía señala que de la prueba recabada, que implicó la entrevista con Fossati, Romano, Nicolini y Bardino, “resulta acreditado que es una discusión puntual de naturaleza estrictamente laboral, que no se corresponde con la condición de mujer de uno de ellos”.

La discusión entre Fossati y Romano ocurrió el 13 de marzo. Los fiscales intercambiaron mensajes ante cuestionamientos de Fossati sobre la forma en la que Romano la subrogó durante una licencia médica que Fossati pidió luego de que se difundiera un audio en el que expresaba que no estaba dispuesta a “inmolarse” por la investigación del caso Astesiano.

Los puntos centrales de la discusión fueron que Romano entrevistó a Astesiano durante la licencia médica de Fossati y que no accedió a confirmarle que no archivaría el caso de Gustavo Leal, un aspecto que preocupaba a Fossati y que provocó que se reintegrara antes de cumplir los días por los que había sido certificada por el médico.