En la mañana del martes, el equipo de la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH) que trabaja en la búsqueda de detenidos desaparecidos en la dictadura en el Batallón de Infantería Paracaidista 14, ubicado en Toledo, departamento de Canelones, halló restos óseos. Entre los huesos encontrados había un cráneo, por lo que dieron por descontado que correspondían a un humano. Fueron hallados a aproximadamente 100 metros de donde en octubre de 2011 se encontraron los restos del maestro Julio Castro, secuestrado en agosto de 1977, y en 2012 los de Ricardo Blanco Valiente, detenido en enero de 1978.

El predio militar, que cuenta con 410 hectáreas, tiene 32 dentro del área cautelada en donde se buscan restos de detenidos desaparecidos a raíz de que se identificó como un centro de detención y tortura en la última dictadura cívico-militar y, al igual que el Batallón de Infantería Mecanizada 13, se presume que fueron utilizados para enterramientos. La actual etapa de trabajo en el batallón de Toledo comenzó en 2020 y este es el primer hallazgo que se da en este período de gobierno.

La zona en donde se hallaron los restos es baja y tiene mucha humedad, por lo que los involucrados en la tarea de extracción temían por la lluvia pronosticada para estos días, debido a que puede complicar el trabajo. Estaba previsto que los antropólogos que trabajan para la INDDHH se dediquen a la tarea durante toda la madrugada del miércoles y por varios días más. Los restos, que estaban a pocos centímetros de la superficie, fueron levantados por una retroexcavadora.

El hallazgo, que tuvo lugar a unos 800 metros de una de las tantas puertas de entrada que tiene el predio, provocó que el ministro de Defensa Nacional, Javier García, se comunicara con el presidente Luis Lacalle Pou para informarlo, al tiempo que llamó a integrantes de la organización Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos. En la tarde del martes, en el lugar se apersonó García, el fiscal especializado en crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, y dos directores del INDDHH, Wilder Tayler y Marcos Israel, este último actual presidente del organismo.

Precisamente, Tayler e Israel fueron los primeros en salir del predio y conversar con la prensa. Tayler dijo que si bien “la información es escasa”, los restos estaban en una fosa “evidentemente clandestina”, “con mucha cal y, aparentemente, una losa arriba”. Añadió que “la identificación va a llevar muchísimo más tiempo y seguramente va a haber que recurrir a pruebas de ADN”. Apuntó que en la zona en donde se hallaron los restos se trabaja hace años “en base a testimonios” que se tienen “desde hace tiempo”. En tanto, Israel agregó que “esta vez estamos deseando que no llueva por un par de días más”, para permitir el trabajo de los antropólogos. En una lectura histórica, dijo que el hallazgo se trata de “un eslabón más en esa cadena que estamos tratando de desenterrar”.

Perciballe, por su parte, indicó en rueda de prensa que el hallazgo es producto del “trabajo continuo que se viene haciendo hace, por lo menos, dos años, en esta zona como otras de este batallón” por parte de la INDDHH, y que aún existen “indicios de la posibilidad de otros hallazgos”. Adelantó que aunque hay “hay presunción de sexo”, ese dato se va a confirmar tras el análisis de los restos, que “lleva un tiempo largo”. “Vamos a tener como un mes” para conocer el sexo, dijo “para que todos bajen las expectativas”, y el ADN, además, requiere ser enviado a Argentina, donde se realizarán los estudios.

“Hoy lo único es lo reconfortante de hallar un resto, que, por un lado, es motivo de mucha alegría y, por otro, de tristeza, por confirmar lo que todos sabemos”, manifestó.

García, el último de los mencionados en salir del predio, dijo ante la prensa que el episodio es “conmovedor” porque “uno lo primero que piensa es en el aspecto humano y en ese sentido esperamos que este hallazgo aporte paz en una familia”. Con respecto a los familiares de las víctimas del terrorismo de Estado, dijo que se comunicó con Ignacio Errandonea, uno de los principales voceros de Madres y Familiares, y que podrán ingresar al predio el miércoles.

Previo a ello, los antropólogos trabajarán y podrán hacerlo de noche gracias a un dispositivo que montó el Ejército, que dotó de carpas e iluminación la zona, contó el ministro. “Ratificar una vez más el compromiso que tiene el gobierno de Uruguay desde el día que asumimos de trabajar por la paz y la unidad de los uruguayos. Eso implica seguir trabajando como lo hemos hecho hasta ahora, con seriedad, con discreción, pero aportando todo lo que se pueda para el objetivo, que creemos fundamental”, señaló.

Según pudo reconstruir la diaria en base a información divulgada por los involucrados, aproximadamente en un mes será posible conocer el sexo de la persona y determinar su causa de muerte. Sobre esa fecha también se extraerá una muestra que se enviará a Argentina y dentro de aproximadamente dos meses se tendrá su identidad.