Los tres policías bolivianos secuestrados por empleados de seguridad de Sebastián Marset durante el operativo de la Policía para capturar al narcotraficante uruguayo el 29 de julio declararon este miércoles sobre los hechos ocurridos.

Durante la audiencia, los agentes ratificaron que fueron retenidos temporalmente y golpeados por personas que trabajaban para Marset. Además, afirmaron que el narcotraficante estuvo presente durante las torturas; según expresaron, lo identificaron por sus tatuajes.

Los policías declararon en una cámara Gesell en presencia de la jueza Livia Alarcón, la fiscal Delmy Guzmán y las diez personas detenidas en el operativo en la casa de Marset, que permanecen en prisión preventiva en la cárcel de Palmasola y habrían presenciado los hechos.

Según recoge El Deber, los funcionarios relataron que ese día se encontraban en las inmediaciones de la casa de Marset cuando fueron interceptados por empleados de seguridad del narcotraficante que estaban armados con fusiles automáticos a bordo de un vehículo.

Luego, fueron reducidos y despojados de sus equipos de comunicación, computadoras, teléfonos y un dron que utilizaban para tomar imágenes de la residencia de Marset. Además, antes de ser liberados, fueron golpeados y torturados.

Los agentes detallaron que los individuos que los secuestraron tenían acento brasileño y remarcaron su sorpresa por la “capacidad bélica” de las armas que poseían.

Cuando les preguntaron si reconocían a las personas detenidas durante el operativo, entre los que se encuentran dos futbolistas uruguayos, los policías sostuvieron que no.

Tras el testimonio de los policías, Alarcón fijó una audiencia de inspección en la zona norte de La Chonta, donde según las declaraciones se habrían llevado a cabo las torturas.