Este domingo un policía de 23 años no se presentó a su turno de trabajo. Fueron a su vivienda y se había suicidado. Es el decimotercer policía que se mata en lo que va del año. La tasa de suicidios en la Policía triplica la de la población en general. Mientras para la población general la tasa es de 23 cada 100.000 habitantes, en la Policía es de 63 cada 100.000.

En 2022 se suicidaron 21 policías. Una cifra superior a la de 2021, año en el que se mataron 16 policías y más alta aún que la de 2019, cuando se suicidaron 13 policías, la misma cantidad que en lo que va de este año. 2020 fue una excepción: se mataron cuatro policías.

Los distintos sindicatos policiales han alertado sobre esta realidad, en reclamo de atención oportuna en salud mental. Han señalado también explícitamente la incidencia de las jerarquías en varios de los suicidios, los que se dieron tras situaciones de persecución, hostigamiento y acoso de los mandos.

Otra de las causas que han señalado ha sido la presión de las jerarquías para los policías que tienen licencia médica, discurso que fue sostenido por el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, quien particularmente se ha centrado en apuntar a que las certificaciones médicas son responsables de la falta de policías.

Los distintos sindicatos policiales coinciden en que no han obtenido las respuestas institucionales que esperan de parte del Ministerio del Interior.