Este lunes, en el Aula Búnker de Rebibbia (Roma, Italia), se reanudó la audiencia que comenzó el 23 de mayo del testigo Álex Lebel, exintegrante del Fusna (Fusileros Navales), en el marco del juicio contra Jorge Néstor Tróccoli por la muerte de la pareja ítalo-argentina Rafaela Filipazzi y José Agustín Potenza y por las circunstancias que rodean la desaparición de la maestra uruguaya Elena Quinteros, militante del Partido por la Victoria del Pueblo.

Tróccoli, exmarino uruguayo condenado en Italia en 2021 como autor de crímenes vinculados a la Operación Cóndor en América Latina durante los años de la dictadura cívico-militar, pertenecía al servicio de inteligencia de la Armada uruguaya y, aprovechando su ciudadanía italiana, había huido de Uruguay en 2007 para evitar ser procesado. Sin embargo, junto con otros 13 acusados, la Justicia italiana lo consideró responsable de la eliminación de varios opositores políticos, y el 9 de julio de 2021 el Tribunal Supremo italiano confirmó la condena a cadena perpetua.

Tróccoli se encuentra actualmente detenido en la prisión de Carinola (Caserta) y ahora es nuevamente imputado por estos casos de desaparición.

Lebel, también exmarino, fue llamado a dar su testimonio a raíz de un documento encontrado en 2018 por el abogado Andrea Speranzoni durante las investigaciones relativas al juicio del Plan Cóndor. En esa ocasión, Speranzoni, junto a su colega Alicia Mejia y con el apoyo del Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia, encontró una copia del testimonio de Lebel frente al Tribunal de Honor en el año 2000 donde relataba haber presenciado dentro de las instalaciones del Fusna el relato de Juan Carlos Larcebeau a otros oficiales acerca del secuestro de Elena Quinteros; secuestro, según las palabras de Larcebeau relatadas en aquella ocasión por Lebel, en el cual habían participado el mismo Larcebeau y Tróccoli.

El testimonio de Lebel, si bien confirmó la circunstancia de haber presenciado dentro de las instalaciones del Fusna el relato de Larcebeau a otros oficiales acerca del secuestro de Quinteros, en algunos pasajes resultó muy trabajoso por estar marcado por muchos “no recuerdo” con respecto a lo que había declarado al fiscal Erminio Carmelo Amelio durante el examen que se realizó bajo rogatoria internacional.

Durante el larguísimo y durísimo interrogatorio del 23 de mayo, que se extendió durante cinco horas, a cargo del fiscal Amelio y la presidenta de la Tercera Sección de la Corte de Asís de Roma Antonella Capri, hubo momentos de alta tensión y el Tribunal italiano varias veces recordó al testigo Lebel que prestó juramento y se comprometió a decir la verdad.

La audiencia de este lunes, en cambio, resultó más tranquila y pudieron emerger las circunstancias relativas al contexto militar que impidió a Lebel, según lo que él declaró, contar formalmente al juez Alejandro Recarey las circunstancias que conocía del caso Quinteros. Un detalle que contribuyó a crear confusión sobre el asunto es el hecho de que el expediente del Tribunal de Honor fue antes declarado nulo con un decreto y luego destruido; Lebel se declaró asombrado de encontrar una fotocopia del documento manuscrito por él en el expediente del fiscal Amelio, entre la documentación del presente juicio.

Solicitado por el abogado Speranzoni, Lebel habló sobre el clima de trabajo en el ámbito militar, la presión y la discriminación que sufrió por ser antigolpista y circunstancias personales y profesionales que señaron su vida privada y profesional. Habló allí sobre la detención de un grupo paramilitar al mando de Miguel Sofía, que produjo consecuencias muy serias para él mismo y otros oficiales que habían participado en la operación, como arresto a rigor.

Lo que Lebel resaltó en la audiencia fue el difícil clima del mundo militar, que, como expresó el abogado Speranzoni, se “simbolizó también en el penado alegato del exmarino, que nos hace entender cuán importante es seguir indagando, con todo el duro trabajo que eso conlleva, y que ha salido a relucir en estas audiencias. Lo que queda claro de ese testimonio es también que si eres un soldado que vio algo, que supo algo y que quiere contarlo, algo se pone en marcha para impedirlo”.