Fabricio Ríos, dirigente del Sindicato de Policía Nacional (Sipolna), falleció el jueves 25 en un entrenamiento sobre técnicas y tácticas policiales del sindicato. El Sipolna emitió un comunicado en el que aseguran que “quedan muchas incógnitas de cómo sucedió” el hecho. 

El entrenamiento del sindicato fue homologado por el Ministerio del Interior. El director de la Policía José Azambuya afirmó que “no pueden prohibir” que se realicen estos entrenamientos, aunque plantearon que realizaron restricciones. Desde Sipolna aclararon que “fueron reconocidos por resolución”.

El Sindicato de Policías Agremiados Canarios (Sidepac) emitió un comunicado en el que pidieron la renuncia de los dirigentes y delegados de Sipolna: “Ante los hechos de público conocimiento y sus desenlaces, tratándose del sindicato policial 'representativo', organización que habla por todos los policías a nivel nacional, potestad asignada por el Poder Ejecutivo y el PIT-CNT mediante la firma de un convenio colectivo, es necesario y urgente que sus dirigentes y delegados den un paso al costado”.

“En el pasado como en el presente, han quedado al desnudo infinidad de malas prácticas llevadas a cabo, y en este último caso, el uso de herramientas del Estado (nada más ni nada menos que 'armas' destinadas al servicio público, protegidas por legislación especial), sin autorización del Ministerio del Interior; quedando compañeros policías, funcionarios del Ejército Nacional y civiles expuestos en este tipo de seminarios, sin contratación de un seguro, cobertura médica o legal, como se ha visto; arguyendo un relato promocional fantasioso y totalmente alejado de la realidad, que tiene como único objetivo evitar la fuga de socios y la captación de nuevos afiliados”, señalaron.

Según Sidepac, “cualquier policía del Uruguay, ante cualquier problema o mal uso de su arma de reglamento, es sometido a las investigaciones más rigurosas, siendo pasible de resultancias sancionatorias; esperamos que el Ministerio del Interior mida con la misma vara estas malas prácticas llevadas adelante y fomentadas por ese sindicato, al igual que lo hace con un policía de a pie, y que no se corte la cadena por su eslabón más débil”.

Además, esperan un pronunciamiento del PIT-CNT, para que “de alguna manera colabore para que la voz policial a nivel nacional sea elegida democráticamente”. “Asimismo, exigimos que la Justicia, por medio de la Fiscalía General de la Nación y la Suprema Corte de Justicia, obre de oficio y vaya hasta las últimas consecuencias en el esclarecimiento de esta situación, que enfáticamente sostenemos tiene más de una responsabilidad que dirimir, aunque bueno sería que los responsables se hagan cargo (Ministerio del Interior, sindicato y la academia que brindaba los talleres)”, sumaron.

Para el Sidepac, esto se hizo “con el compromiso de jerarquía policial y el sistema político completo, que deben tomar nota para que tragedias semejantes no vuelvan a ocurrir, y que la Policía Nacional sea profesionalizada en forma continua y suficiente por la autoridad competente, con los recursos necesarios a esos fines supremos que son la educación en calidad y cantidad al menos adecuada, para proteger al pueblo y sus trabajadores policiales”.

“Eventos catastróficos como el acaecido una vez más nos ponen ante la palmaria realidad de que la herramienta sindical debe ser siempre conducida y utilizada por los más probos y calificados representantes, para construir sólidas conquistas sobre la base de realidades y posibilidades objetivas, y no perseguir y fomentar ficciones que al final resultan en todo tipo de violencias”, concluyen.