El hacinamiento en cárceles uruguayas supera ampliamente el máximo permitido por Naciones Unidas. Por eso, bajo un régimen de participación público-privada, se van a construir tres cárceles nuevas en el predio del Penal de Libertad. La firma es con el consorcio PPP Libertad para el financiamiento, diseño, construcción, mantenimiento y operación de la obra pública de las unidades del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) que llevarán los números 27, 28 y 29.
El convenio se firmó este miércoles en una de las sedes del Ministerio del Interior y contó con la presencia del titular de la cartera, Nicolás Martinelli, y el director del INR, Luis Mendoza. Las empresas constructoras conveniantes son Teyma, Saceem y Ciemsa. La inversión es de 75 millones de dólares y se espera que cada cárcel tenga capacidad para unas 500 personas privadas de libertad. Se prevé que la obra tenga una duración de 18 meses.
El director del INR explicó que cada cárcel tendrá su dirección independiente. Según señaló, serán unidades de media y alta seguridad, que buscan descongestionar particularmente la Unidad 4 Santiago Vázquez (ex Comcar) y la Unidad 7 Canelones. Las nuevas unidades tendrán un sector destinado a la admisión y otro para los presos administrativos que están a la espera de ser extraditados.
En paralelo, tras haberlo anunciado hace meses, el Ministerio del Interior está en tratativas para la construcción de una cárcel para mujeres y personas trans. Esta obra también será en un régimen de contratación público privada, tal como lo son las cárceles que comienzan su construcción en las próximas semanas y tal como fue la Unidad 1 Punta de Rieles durante la última gestión del Frente Amplio.