La Policía detuvo este martes a otra persona en la causa que investiga el atentado contra la fiscal de Corte Mónica Ferrero, ocurrido en su casa en la madrugada del domingo 28 de setiembre. La fiscal especializada en Estupefacientes de cuarto turno, Angelita Romano, analizará este miércoles si formaliza el proceso contra el nuevo detenido. Por otra parte, el hombre de 21 años que fue detenido en la Unión el martes pasado en el marco de otra investigación, pero que estaba siendo investigado por el atentado contra Ferrero, será conducido al juzgado de Crimen Organizado de segundo turno, a cargo de la jueza Diovanet Olivera, para la audiencia de formalización.

Fuentes policiales señalaron a la diaria que ninguno de los dos nuevos involucrados en la causa son autores materiales del crimen pero estarían vinculados a la organización del atentado. La investigación policial logró identificar una conexión entre estos últimos detenidos y Sebastián Marset. A diferencia de los autores materiales, que fueron defendidos por la defensoría, los detenidos cuentan con la defensa del abogado Martín Frustacci, quien forma parte del equipo de abogados uruguayos contratado por Marset.

El hecho ocurrió sobre las 5.00, cuando dos personas ingresaron con un tablón a una casa lindera y por los techos accedieron al patio de la casa de la fiscal Mónica Ferrero, eludiendo la seguridad diseñada para proteger la fachada de la casa. Al patio habrían ingresado dos hombres que dispararon al menos dos veces contra la ventana de la cocina de la casa y detonaron una granada en el patio.

De la escena del hecho, la policía investiga una colilla de cigarrillo que quedó cerca del tablón que utilizaron para el ingreso y el Servicio de Material y Armamento intenta determinar el origen de la granada, principalmente para conocer si coincide con la utilizada en el atentado contra la sede de la Brigada Antinarcóticos ocurrido el 9 de mayo de 2020, que precedió a una amenaza contra Ferrero en reclamo por la incautación de un cargamento de cocaína.

Hasta el momento, la Justicia imputó a tres personas. El primero en ser detenido fue un hombre de 55 años, sin antecedentes penales, que fue interceptado cuando, horas después del hecho, circulaba en la zona de camino Corrales y avenida Centenario en un Volkswagen Bora negro utilizado en el atentado. El hombre, que viajaba con una mujer que quedó libre tras constatarse que no había participado en el atentado, fue imputado por un delito de asociación para delinquir, atentado agravado, estrago y receptación. El Bora negro habría sido un vehículo que permaneció cerca del lugar del hecho para brindar apoyo logístico para el escape, pero los autores materiales del hecho nunca llegaron a utilizarlo.

A partir de las cámaras de la vía pública, se logró dar con el lugar desde donde partió el vehículo utilizado para el atentado. Tras un allanamiento fueron detenidos dos hermanos, que vivían en la zona de Brazo Oriental. Uno de ellos quedó libre y el otro, de 50 años, que reparaba autos en un galpón al fondo de la casa, fue imputado como autor material del hecho por los delitos de asociación para delinquir, receptación, incendio, estrago y atentado, y se dispuso como medida cautelar la prisión preventiva hasta el 2 de marzo.

Las cámaras de la zona detectaron a un tercer hombre que semanas antes del atentado comenzó a frecuentar el taller. El viernes pasado lograron detenerlo tras un allanamiento en el barrio Atahualpa, en Ramón Márquez y Ramón de Santiago. El hombre, de 49 años y también signado como autor material del hecho, fue imputado con prisión preventiva por asociación para delinquir, receptación, incendio, estrago y atentado.

Una de las principales hipótesis de investigación es que el atentado contra Ferrero esté vinculado a un cargamento de 2.200 kilos de cocaína incautado a principios de agosto en Punta Espinillo, valorado en unos 60 millones de dólares. En los operativos vinculados a esa incautación fueron detenidas unas seis personas y en una chacra a dos kilómetros del lugar se encontró a Luis Fernández Albín, uno de los principales socios de Sebastián Marset. Se estima que la droga incautada provenía de la organización del narcotraficante uruguayo.