Este viernes finalizó la última ronda de los Encuentros por Seguridad, una etapa de diálogo en la que participaron 80 organizaciones y que, posteriormente, servirá como insumo para la concreción del Plan Nacional de Seguridad, que se presentará en marzo del año que viene. A principios de diciembre, el Ministerio del Interior dará a conocer una síntesis de lo que fue propuesto en estas instancias, en un evento en el que participará el presidente Yamandú Orsi.
Emiliano Rojido, asesor del Ministerio del Interior y coordinador del Plan Nacional de Seguridad, recordó en rueda de prensa que un año atrás “el país estaba en clima de campaña electoral” y desde diferentes filas “se manifestaba la necesidad de [acordar] una política de Estado que contribuyera a revertir los problemas de seguridad que tiene el país, que ningún partido ni gobierno, por sí solo, ha logrado”.
“En los encuentros por seguridad avanzamos en el diseño de un plan que tiene que ser ajustado a las necesidades del país. No hay recetas universales en materia de seguridad pública y, por otro lado, los problemas de seguridad requieren soluciones específicas”, señaló.
Sobre los Encuentros por Seguridad, Rojido destacó que fue un “proceso de trabajo muy intenso”, que duró tres meses y “que, contrariamente a lo esperado, que es que la gente vaya desistiendo y vaya dejando de participar, se fue fortaleciendo”. En total, en los encuentros participaron 80 instituciones, entre ellas, organizaciones de la sociedad civil, partidos políticos y representantes de la academia. Además, acotó que el ministerio lleva sistematizadas más de ochenta propuestas en relación a los ejes estratégicos del Plan Nacional de Seguridad Pública.
El coordinador del plan señaló que la intención es mantener el diálogo con los diversos actores que integraron los encuentros una vez que se presente el Plan Nacional de Seguridad. “Nosotros queremos y vamos a hacer todo lo posible para que la sociedad civil, la academia, el sector privado, las organizaciones, otras agencias del Estado y los partidos políticos tengan un rol activo en el control democrático del plan”, destacó.
Si bien dijo que no se definió una periodicidad, sería deseable que “una vez que el plan esté formalmente en implementación a partir de marzo, haya instancias de reunión para ver en qué está nuestro plan, qué se hizo, qué no se hizo, por qué, y además, bajo la idea de que este es un plan vivo, porque tiene una visión proyectiva de diez años, van a surgir problemas de seguridad que hoy no existen y que el plan va a tener que atender”.