El fiscal especializado en Lavado de Activos, Enrique Rodríguez, tomó declaración en calidad de indagado al gerente general del frigorífico Casa Blanca, Carlos Mauro Fuidio, según informaron a la diaria fuentes allegadas a la causa.
Rodríguez indagó a Fuidio sobre el vínculo entre el frigorífico y Conexión Ganadera, debido a que la empresa recibió por parte del fondo ganadero un préstamo de 27.7 millones de dólares, y se declaró en insolvencia. El periodista Eduardo Preve publicó en su cuenta de X que Fuidio dijo al fiscal Rodríguez que el dinero que recibió debería figurar en los estados contables del escritorio Basso Negocios Rurales, perteneciente al socio fundador de Conexión Ganadera, Gustavo Basso, y señaló que esa deuda, que se fue generando con el tiempo, fue declarada en los documentos que presentó Frigorífico Casa Blanca ante la Justicia de Concurso.
El frigorífico Casa Blanca solicitó el concurso voluntario en febrero de este año. Según explicó su gerente general, ante la caída de Conexión Ganadera, los proveedores estimaron que el frigorífico podría entrar en cesación de pagos y dejaron de enviar ganado, obligando a la empresa a detener la cadena de producción, por lo que se resolvió el envío a seguro de paro de 450 trabajadores.
Según la información aportada por el contador Ricardo Giovio, quien fue contratado por Conexión Ganadera para analizar los activos y pasivos tras su cierre, además de contar con créditos sobre el frigorífico Casa Blanca, Conexión Ganadera y sus empresas asociadas habían prestado 15 millones de dólares al frigorífico Paso de los Toros y cifras menores a otras empresas del sector, sumando en total unos 45 millones de dólares de créditos sobre frigoríficos.
Este viernes declaró como testigo ante el equipo policial que está investigando el caso el asesor económico Felipe Caorsi, quien se ofreció a aportar información sobre un esquema de lavado de activos, que justificaría la existencia de un fondo ganadero trabajando en base al esquema Ponzi durante 25 años, pagando una rentabilidad entre dos y tres veces superior a la media del sector. Según Caorsi, lo que logró sostener ese esquema fue la inyección de dinero con fines de lavado de activos, señalando, entre otros elementos, los tipos de contrato que se firmaban y las modalidades de pago de la inversión.
Además, Caorsi ha denunciado en redes sociales y en sus columnas del diario La Mañana un esquema de lavados con empresas de Paraguay y Argentina. Caorsi señaló al cuñado de Pablo Carrasco, el empresario forestal Juan Otegui, como uno de los arrendadores del campo de Conexión Ganadera. Entre los puntos que la fiscalía está investigando está el vínculo financiero entre Otegui y Carrasco. Además, se investiga la lógica de los cambios en la estructura del negocio y los tipos de contrato, presuntamente con el objetivo de quedar por fuera de las instituciones de intermediación financiera que son objeto de controles por parte del Banco Central del Uruguay.
Esa situación daba margen al negocio para recibir dinero, en muchos casos en efectivo, sin las exigencias de trazabilidad de las instituciones financieras, aprovechando la flexibilidad para operar con efectivo sin declarar dispuesta por la Ley de Urgente Consideración. Esa situación dificultará el proceso de verificación de los créditos que se está realizando en la Justicia de Concurso, donde los damnificados deben documentar su condición de acreedores.