Quizás en este momento Damon Albarn esté anunciando un nuevo paso en alguno de sus proyectos o estrenando alguna canción en las redes. Hablar sobre su presente implica correr el riesgo de que la última palabra de la nota no llegue a contar la noticia más reciente de un artista que ahora mismo, mientras comienzo a escribir, anuncia el próximo disco de su otra banda, The Good, The Bad and The Queen. Para más datos, expresa que tiene las canciones pero que aún le parece un álbum confuso y se da el gusto de ser producido por Tony Visconti, colaborador de David Bowie en varios de sus discos preferidos.

De ese modo, conjuga sus talentos con los de un grupo conformado también por Paul Simonon, de The Clash, Simon Tong, de The Verve, y el percusionista Tony Allen, para una banda que lanzó su primer disco hace una década y que no toca en vivo desde 2011. Este anuncio sucedió en simultáneo a la presentación del nuevo simple de Gorillaz (“Garage Palace”), que ya sumó al setlist de la gira. El tema forma parte del material que dejaron afuera de Humanz (2017), su disco más reciente, y que recorrerán parcialmente el miércoles 13 de diciembre en el Velódromo como parte de otra edición del festival Primavera 0. Antes tocarán Juana Molina y Atlas, el proyecto liderado por Martín Rivero.

Por su parte, la producción del show anuncia que Albarn será acompañado por Gabriel Wallace, Mike Smith, Jesse Hackett, Jeff Wootton, Karl Vanden Bossche y Seye Adelekan, aparte de los artistas animados Murdoc Niccals (bajo), Noodle (guitarra), Russel Hobbs (batería) y 2D (vocales).

Entre tanto, se rumorea la llegada de otro disco constituyendo una seguidilla, tal como sucedió con The Fall (2011), publicado meses después de Plastic Beach (2010). Lejos de desmentir esos rumores, Albarn adelanta que el próximo álbum tendrá un fuerte componente de espontaneidad y asegura la continuidad de aquella banda virtual de fines de los 90 que supo construir junto al historietista y diseñador británico Jamie Hewlett. Desde entonces, grabaron cinco discos y una importante cantidad de músicos participó tanto en sus grabaciones como en las presentaciones en vivo, incluso dos ex Clash como el bajista Simonon y el guitarrista Mick Jones.

En Humanz colaboran Grace Jones, Mavis Staples, Danny Brown, De La Soul, Peven Everett y Noel Gallagher, entre otros. El show que brindará Gorillaz en Montevideo forma parte de una gira que ya pasó por Hamburgo, Praga, París, entre otras tantas ciudades, y habla del interés que despierta en nuestro país, donde tocará en un escenario nada menor. Hasta aquí, la lista que desarrollan cuenta con alrededor de 20 canciones y si bien da lugar a sus temas más reconocidos, como el clásico “Clint Eastwood”, también revela el énfasis en Humanz. Este disco nació de la propuesta de Albarn a sus colaboradores, a quienes les pidió —antes de las elecciones de Estados Unidos— que interpretaran un mundo donde Donald Trump es presidente. Una inspiración notable para “Ascension”, el segundo track del disco, que arranca con ruido de sirenas y la voz de Vince Staples rapeando una letra sobre el fin del mundo y la policía por todas partes.

La impronta de los colaboradores determina el sonido de varios temas y genera contrastes entre los 26 tracks, divididos por seis interludios, que conforman la versión deluxe del álbum. Eso incide en el sonido heterogéneo del disco, que transcurre por una alta gama de géneros que van del pop al hip hop, el electrosoul, el dub electrónico y el electropop, entre otros. De ese modo, suena actual para esta época, en la que hay un amplio desarrollo del hip hop experimental con artistas como Kendrick Lamar, que se encuentra en su pico de popularidad. Más allá de la música, otra clave en este éxito de Gorillaz está en el fuerte componente visual. Sus propuestas innovadoras recibieron varias distinciones, como el Jim Henson Creativity Honor, y también fueron reconocidas por el Libro Guinness de récords mundiales como la actuación virtual más exitosa del planeta.

Segœn las crónicas de sus últimos recitales, la banda animada tuvo una presencia menor que en aquellas primeras épocas, cuando los músicos aparecían sólo como siluetas detrás de una pantalla. Aun así, basta con buscar en YouTube algún pasaje de la gira para asombrarse con el despliegue visual del colectivo de artistas comandado por Albarn. El músico británico tiene una mirada capaz de anticiparse a esta época en la que la industria del entretenimiento, en todas sus escalas, promete hacer vivir experiencias de algún tipo. En este caso, Gorillaz cumple con su palabra merced al ensamble de música y visuales que brinda un espectáculo único.