El exdirector de OSE por el Frente Amplio Edgardo Ortuño coincidió con el gerente general de la Unidad de Gestión Desconcentrada (UGD) en Maldonado, Miguel Corbo, en cuanto a “la necesidad objetiva” de hacer obras para ampliar la producción de agua potable y también para ampliar y mejorar las redes y conexiones del departamento.
Entre las urgencias, días atrás Corbo señaló a la diaria que el crecimiento inmobiliario de José Ignacio exige una pronta respuesta para garantizar el abastecimiento de agua potable en esa zona.
En ese sentido, Corbo opinó que la “única salida” es instalar una planta desalinizadora. El gerente advirtió que, sin esto, el sistema colapsará en “dos o tres años” y lamentó que el actual directorio montevideano de OSE “no se animó” a aprobar la desalinizadora para “no hacer ruido” tras lo ocurrido con el proyecto Arazatí para la zona metropolitana.
En cierto modo, Ortuño le dio la razón. En declaraciones a la diaria, el exdirector opinó que el fideicomiso por más de 50 millones de dólares aprobado entre OSE y la Intendencia de Maldonado “abre la posibilidad de un acuerdo para establecer las prioridades de obras”, pero ese acuerdo requiere “los estudios y los respaldos técnicos que no se tuvieron en proyectos como Arazatí, que no debió ser priorizado para el abastecimiento del área metropolitana”.
Ortuño entiende que “antes de apresurarnos a definir obras como eventuales desalinizadoras, lo que se debe hacer es un diagnóstico de las posibilidades que hay de mejorar la producción con las fuentes de agua dulce existentes, que las hay”.
No es un mundo aparte
Luego enfatizó en que Maldonado no escapa al “significativo recorte y ajuste presupuestal” implementado por el gobierno de coalición para las obras en todo el país, y que para recuperar el retraso de inversiones es necesario elaborar un plan quinquenal que asumirán los gobiernos venideros.
“Las obras de agua y saneamiento en Maldonado correrán la misma suerte que el proyecto [de Universalización del Saneamiento en el interior del país] que anunció el gobierno nacional. El grueso de las obras se realizarán en el próximo gobierno y se financiarán en la próxima administración”, sentenció.
Para Corbo, la firma del convenio interinstitucional que se preveía para agosto de 2023, para que FonPlata libere los fondos del fideicomiso en Maldonado, se dilató mayormente debido a “la burocracia”. Pero Ortuño consideró que esta demora tiene “las mismas causas” que retrasaron obras a nivel general en todo el país: “Las restricciones económicas y la decisión política de retrasar inversiones que ha tenido este gobierno”.
En resumidas cuentas, dijo que “el balance en agua y saneamiento en Maldonado es el mismo que en el resto del país: un fuerte recorte presupuestal, la disminución de las capacidades de OSE por la disminución de funcionarios y un traslado de responsabilidades al próximo gobierno, que no sólo tendrá que afrontar la ejecución de las obras, sino el pago de los compromisos que se asumen ahora”.
Al interior con Yamandú Orsi
Ortuño dejó su cargo en OSE en octubre para dedicarse a la campaña electoral por su sector, la Vertiente Artiguista, uno de los primeros en definirse a favor de la precandidatura presidencial de Yamandú Orsi.
En cuanto a su tarea, consideró que 2024 “viene con posibilidades para el FA”, que debe trabajar no sólo para reafirmarse entre sus votantes, sino también hacia “los ciudadanos que están viendo que la coalición fracasó, que no solucionó los problemas del país y que tampoco cumplió con las promesas de campaña”.
Dijo que desde la Vertiente Artiguista trabajará con Orsi para “volver a posicionar a Uruguay en la agenda internacional” mediante el desarrollo de políticas educativas, ambientales y energéticas; y también para que el país “deje de ser noticia por escándalos de gestión”.
Adelantó que pronto iniciarán una recorrida por el interior del país con énfasis en la juventud y en las nuevas generaciones. Ambos ejes, consideró, “serán decisivos para el resultado electoral”.