Pocos días antes del inicio de la conferencia del clima COP26 que se realizará desde el domingo en la ciudad escocesa de Glasgow, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) publicó un informe en el que alerta que el mundo puede sufrir un aumento de temperatura de al menos 2,7°C para fines de este siglo si los países no fortalecen sus promesas climáticas.

Para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5°C en este siglo, objetivo fijado en el Acuerdo de París firmado en 2016, el mundo debe reducir a la mitad las emisiones anuales de gases de efecto invernadero en los próximos ocho años, de acuerdo al informe elaborado por la agencia de la entidad dependiente de las Naciones Unidas.

Si se implementa de manera efectiva, las promesas de emisiones netas cero podrían limitar el calentamiento a 2,2°C, más cerca de la meta, aunque muy por debajo de la fijada en el Acuerdo de París. Sin embargo, los planes climáticos de muchos países retrasan la acción hasta después de 2030. La reducción de las emisiones de metano de los sectores de combustibles fósiles, desechos y agricultura podría ayudar a reducir la brecha de emisiones y retrasar el calentamiento a corto plazo, de acuerdo al estudio realizado por los técnicos del Pnuma.

El secretario general de la ONU, el portugués António Guterres, describió al informe como una “llamada de atención atronadora” para los líderes mundiales, mientras que los expertos pidieron una acción drástica contra las empresas de combustibles fósiles.

Aunque más de 100 países prometieron alcanzar emisiones netas cero a mediados de siglo, esto no sería suficiente para evitar un desastre climático, según el informe, que examina el déficit entre las intenciones y las acciones necesarias de los países sobre el clima. Luego de realizar un pormenorizado análisis, el Pnuma llegó a la conclusión de que muchas de las promesas realizadas por los gobiernos eran sumamente vagas y, a menos que estuvieran acompañadas de recortes estrictos en las emisiones, esta década podría dar camino a un calentamiento global de un grado, algo potencialmente catastrófico.

Guterres dijo: “La tensión está encendida y, como muestra el contenido de este informe, el liderazgo que necesitamos está apagado. Los países están desperdiciando una gran oportunidad para invertir los recursos fiscales y de recuperación de la Covid-19 en formas sostenibles, de ahorro de costos y de conservación del planeta. Mientras los líderes mundiales se preparan para la COP26, este informe es otra llamada de atención atronadora. ¿Cuantos necesitamos?”.

Por su parte la directora ejecutiva del Pnuma, la danesa Inger Andersen, dijo que “el cambio climático ya no es un problema futuro. Es un problema actual. Para tener la posibilidad de limitar el calentamiento global a 1,5°C, tenemos ocho años para reducir casi a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero: ocho años para hacer los planes, implementar las políticas y en última instancia, lograr los recortes”.

De acuerdo a lo que consignó el diario inglés The Guardian, el informe del Pnuma indica que las emisiones de gases de efecto invernadero cayeron aproximadamente un 5,4% el año pasado durante los cierres de actividades en el marco de la pandemia de coronavirus, pero solo alrededor de una quinta parte del gasto en recuperación económica se destinó a esfuerzos que reducirían el uso de combustibles fósiles. Este fracaso en “reconstruir mejor” a pesar de las promesas de los gobiernos de todo el mundo siembra dudas sobre la voluntad del mundo de realizar el cambio económico necesario para abordar la crisis climática, se remarca en el informe.

En el período previo a la COP26 de Glasgow, se suponía que los países presentarían planes nacionales sobre recortes de emisiones, llamados Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), para la próxima década.

Pero el informe del Pnuma dejó en evidencia que únicamente la mitad de los países habían presentado nuevas NDC, y que los grandes contaminantes, incluidos China e India, responsables de cerca del 30% de las emisiones mundiales, no manifestaron mayores compromisos.

Además, otros gobiernos incluidos Rusia, Brasil, Australia y México, otras naciones que aportan mucho al calentamiento global, habían presentado planes muy poco ambiciosos, que no suponen mejoras sustanciales respecto a las promesas ya realizadas en el marco del Acuerdo de París.