Antony Blinken, el secretario de Estado estadounidense, transmitió el apoyo de su país al enfoque del presidente colombiano, Gustavo Petro, para frenar el narcotráfico. “Tenemos muchos puntos en común en prácticamente todos los problemas que tenemos que abordar. En el combate de las drogas, por ejemplo, apoyamos firmemente el enfoque integral de la administración”, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense en conferencia de prensa junto a Petro en la sede del gobierno colombiano.
Blinken afirmó que se debe perseguir el narcotráfico, pero también contemplar la “justicia” para el campesinado que se ve forzado a plantar cultivos ilegales, y acentuar la protección del medioambiente. “No podemos combatir de manera efectiva la violencia en Colombia enfocándonos sólo en fortalecer las fuerzas de seguridad. También debemos abordar las causas de raíz de la inseguridad; la desigualdad”, dijo el secretario de Estado.
Blinken mostró así su sintonía con el discurso que dio Petro ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el que criticó la política antidrogas que su país ha llevado adelante por décadas, con el apoyo de Estados Unidos.
En ese ámbito, hace dos semanas, Petro se dirigió a los gobernantes de las grandes potencias: “Para ustedes mi país no les interesa sino para arrojarles venenos a sus selvas, llevarse a sus hombres a la cárcel y arrojar a sus mujeres a la exclusión. No les interesa la educación del niño, sino matar su selva y extraer el carbón y el petróleo de sus entrañas, así su uso pueda extinguir a toda la humanidad”.
El lunes, después de reunirse con Blinken, Petro manifestó: “Hemos tenido un almuerzo de trabajo en el que hablamos del narcotráfico pero bajo una óptica más flexible. Tenemos una reforma agraria que habla de la tierra fértil para los campesinos y una titulación de siete millones de hectáreas que, si se desarrolla, sería una barrera contra la producción de drogas”. Agregó que “Colombia es narcotraficante porque no produce, ¿cómo dejar de serlo? Produciendo. Hay que dejar de ver al campesino como criminal”, manifestó el presidente, según citó el diario colombiano El Espectador.
A su vez, Petro criticó que hasta hace poco “la política represiva sobre el narcotráfico era fumigar con glifosato”, práctica que está prohibida en Colombia. Agregó que esta estrategia “no sirve y criminaliza a los campesinos productores de coca”. Su gobierno, en cambio, se propone ir “sobre los dueños del narcotráfico”, y con este fin tiene previsto fortalecer la vigilancia de la salida de droga por mar y por aire, así como “aumentar la capacidad de inteligencia para capturar” a esas personas, informó la agencia Efe.
Por otra parte, Petro y Blinken trataron una propuesta de Colombia de cambiar la política de extradición de narcotraficantes de tal modo que aquellos que colaboren con el gobierno y estén requeridos por Estados Unidos no sean extraditados. Frente a este punto, Blinken se mostró reacio. Dijo que la política actual de extradición benefició a los dos países, y que si bien respeta “plenamente las decisiones soberanas” de Colombia, ha sido “una herramienta importante para ayudar a desmantelar las organizaciones criminales transnacionales que hacen mucho daño a nuestras dos sociedades”.
“Lo que yo he propuesto”, dijo Petro, “es que [aquel] integrante en estas cadenas de narcotráfico que decida acogerse a la Justicia en Colombia y dar garantías de no repetición no sea extraditado”. El presidente colombiano manifestó su expectativa de que esa propuesta se plasme en una ley.