Gisela Padovan, secretaria para América Latina y el Caribe de la cancillería brasileña, dijo este miércoles que su gobierno no fue informado de la visita que el presidente argentino, Javier Milei, hará el sábado al sur del país para asistir a la Conferencia de Política de Acción Conservadora (CPAC), un congreso de ultraderecha que se celebrará en Camboriú.

El lunes el hijo del expresidente Jair Bolsonaro, el diputado Eduardo Bolsonaro, confirmó que Milei dará una conferencia en “el mayor encuentro de conservadores de toda la historia de América Latina”, y que se reunirá con el exmandatario norteño. “Brasil no recibió ninguna comunicación oficial sobre la visita”, dijo en rueda de prensa Padovan, según consigna Efe.

Además, Milei no asistirá “por cuestiones de agenda” a la Cumbre del Mercosur prevista para el lunes 8 de julio en Asunción del Paraguay. Así lo anunció el portavoz del gobierno argentino, Manuel Adorni, que descartó que la ausencia del mandatario sea por tener “una distancia ideológica, de concepto”.

“Nunca nos vamos a ausentar por esa cuestión”, aseguró el vocero, en referencia al distanciamiento existente entre el presidente argentino y su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, por los dichos de aquel durante la campaña electoral. Lula dijo hace unos días que Milei les debe “disculpas a Brasil” y a él porque “dijo muchas bobadas”.

Sobre la ausencia de Milei a la cumbre del bloque económico, Padovan dijo que “políticamente es lamentable que no esté presente, pero es una decisión soberana”, y remarcó que estará la canciller Diana Mondino, por lo que “la sustancia de la cumbre no será afectada”.

La diplomática agregó que “el Mercosur es un mecanismo que está muy consolidado”, y que un mandatario no asista no afecta el proceso de integración constituido por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, con Bolivia en proceso de ingreso.

Padovan también anunció que Brasil está dispuesto a apoyar negociaciones con China para un acuerdo comercial con el Mercosur. “No habría ningún problema en abrir conversaciones con China si vamos todos juntos”, expresó, en referencia a la posición de Uruguay, cuyo canciller, Omar Paganini, ha dicho que el país pretende que se revitalice el diálogo con el gigante asiático. Uruguay asumirá en Asunción la presidencia pro tempore del bloque por seis meses.

Padovan también confirmó que Lula viajará después de la cumbre a Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, para reunirse con el presidente Luis Arce, pero aclaró que el mandatario brasileño no tiene previsto “una reunión con Evo Morales, con quien Lula tiene una excelente relación”. Arce y el expresidente boliviano Morales están enfrentados hace tiempo y tras el intento de golpe de Estado en ese país, este deslizó la idea de un autogolpe ordenado por Arce.

La diplomática dijo que el encuentro de Lula con Arce tiene como objetivo fortalecer las relaciones entre los dos países y repasar la agenda bilateral que incluye temas como la energía, la seguridad, el comercio y la Amazonia, entre otros. Además, Lula aprovechará la visita para dar su más “decisivo apoyo a la democracia boliviana”, tras el “intento de golpe de Estado”, indicó Padovan.

Finalmente, la representante de Itamaraty se refirió a Venezuela y dijo que Brasil “quisiera” que ese país “se reintegre al Mercosur”, bloque en el que está suspendido desde 2017, “y a la comunidad internacional como un todo”. Sin embargo, agregó que “los venezolanos deben hacer la parte de ellos, que son las elecciones, y que sean reconocidas sobre todo por los propios venezolanos”, pues de otro modo “no habrá levantamiento de sanciones ni una normalización”. “Queremos un Mercosur de seis”, afirmó la diplomática, en referencia a los cuatro miembros plenos, y a Bolivia y Venezuela.