En medio de la avanzada militar estadounidense sobre la costa de Venezuela, la cifra de fallecidos ya ascendió a más de 100 personas, asesinadas en decenas de ataques a embarcaciones que presuntamente transportaban droga por rutas marítimas. La fuerza que el presidente estadounidense, Donald Trump, mantiene desplegada en aguas cercanas al país latinoamericano cuenta con varios buques de guerra y con el USS Gerald Ford, el portaaviones más grande del mundo.
Además, Trump anunció un bloqueo total sobre petroleros sancionados por Washington que circulen por puertos venezolanos, incautó uno de esos buques y calificó al gobierno de Nicolás Maduro de “organización terrorista extranjera”.
En este contexto, en una entrevista telefónica que mantuvo el jueves con la cadena NBC News, el presidente de Estados Unidos dijo que “no descarta” una guerra con Venezuela.
Trump confirmó que es una posibilidad y dijo que habría incautaciones adicionales de nuevos barcos que transporten crudo. Consultado sobre un cronograma o fechas específicas, dijo que “depende” de las embarcaciones: “Si son lo suficientemente imprudentes como para navegar, terminarán navegando de regreso a uno de nuestros puertos”, consignó.
La intención del presidente estadounidense de desplazar a Maduro del poder es denunciada por Caracas. Esta semana el presidente venezolano dijo, en una conferencia de prensa, que el país “seguirá comerciando todos sus productos”, al tiempo que aseveró que “se pretende un cambio de régimen para imponer un gobierno títere” que entregue “la Constitución, la soberanía y toda la riqueza para convertir a Venezuela en una colonia”. “Sencillamente eso no va a pasar nunca jamás”, reafirmó.
Consultado al respecto, Trump no confirmó a NBC las acusaciones del gobernante venezolano sobre los objetivos detrás del despliegue militar, pero dijo que Maduro “sabe mejor que nadie” cuáles son: “Él sabe exactamente lo que quiero”, respondió.
Políticas económicas: “dividendo del guerrero”
Trump también se pronunció, en una rueda de prensa en horario central que dio el miércoles, sobre sus políticas económicas. Durante la transmisión anunció un bono que llamó “dividendo del guerrero”, por un total de 1.776 dólares, que recibirán un millón y medio de militares e integrantes de las Fuerzas Armadas “en honor a la fundación de la nación”.
Dijo a los periodistas que las personas comenzarán a recibir los pagos “muy pronto”, durante “los próximos días”, y que el bono será financiado a través de fondos destinados a vivienda militar que disponibilizó la One Big Beautiful Bill, el proyecto de recortes fiscales que firmó en julio, además de los ingresos que generaron las tasas a productos extranjeros: “Estamos ganando tanto dinero con los aranceles que podemos hacerlo y nos sobra mucho más”, señaló.