El presidente chino, Xi Jinping, le manifestó a su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, su respaldo “al pueblo brasileño en la defensa de su soberanía nacional” y de “sus legítimos derechos e intereses” ante las presiones comerciales de Estados Unidos.

Los dos mandatarios mantuvieron una conversación telefónica en medio de la guerra comercial lanzada por el presidente estadounidense, Donald Trump. La charla apuntó a ampliar el comercio entre Brasil y China, y también la coordinación política hacia un mundo multipolar.

Según las agencias de noticias estatales Xinhua y Agência Brasil, el presidente chino se refirió al sur global e “hizo un llamamiento a todos los países para que se unan y se opongan resueltamente al unilateralismo y al proteccionismo”.

En la llamada, que duró más de una hora, Xi afirmó que los dos países “deben continuar afrontando juntos los desafíos globales, asegurar el éxito de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático [COP30], que se celebrará en la ciudad brasileña de Belén, y promover el papel del grupo 'Amigos de la Paz' en facilitar la resolución política de la crisis ucraniana”.

A su vez, Lula destacó la importancia de que China participe en la COP30, y Xi le comunicó que el país estará representado por una delegación de alto nivel.

Según el gobierno chino, Lula “informó sobre los recientes avances en las relaciones entre Brasil y Estados Unidos y la postura de principios de Brasil de proteger firmemente su soberanía”.

A comienzos de julio, Trump anunció aranceles de 50% para los productos de Brasil como medida de presión para intentar que su aliado político, el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, evada eventuales condenas judiciales, en particular en el caso en el que se lo considera sospechoso de liderar una trama golpista.

Según señaló Agência Brasil, los aranceles, que comenzaron a aplicarse el 6 de agosto, afectan al 35,9% de los bienes exportados desde Brasil a Estados Unidos, lo que representa el 4% del total de las exportaciones brasileñas. Desde 2009, China se convirtió en el principal socio comercial de Brasil y el intercambio entre los dos países creció de manera sostenida a partir de ese año.

Se canceló un diálogo previsto Brasil-Estados Unidos

Desde marzo, uno de los hijos de Bolsonaro, el diputado Eduardo Bolsonaro, se encuentra junto a algunos aliados en Washington para promover que el gobierno estadounidense adopte medidas contra Brasil, en defensa de su padre.

El ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, atribuyó a las gestiones de Eduardo Bolsonaro que se cancelara una conversación acerca de los aranceles que tenía prevista para el miércoles con el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent.

“La militancia antidiplomática de las fuerzas de extrema derecha que actúan con la Casa Blanca tomaron conocimiento” de que estaba prevista esa reunión, solicitada por Brasil, y “actuaron, junto a algunos asesores del presidente Trump” para cancelarla, dijo a Globonews.

Señaló que antes de la cancelación, Eduardo Bolsonaro dijo “públicamente” que intentaría “inhibir ese tipo de contacto entre los dos gobiernos”.

Otro integrante del gobierno de Lula, el ministro de Puertos y Aeropuertos, Silvio Costa Filho, afirmó que los aranceles impuestos por Estados Unidos perjudican a Brasil, a “millares de empresas” y al empleo, que “no es de derecha ni de izquierda”, sino “del pueblo brasileño”.

Agregó que la estrategia de Brasil consiste en buscar mercados alternativos, y que “el gobierno de Lula abrió más de 390 nuevos mercados”, citó Agência Brasil.

También el asesor en Asuntos Internacionales del presidente Lula, Celso Amorim, criticó la estrategia de Trump, que a su entender considera a América Latina y “a Brasil, en particular, como parte de su patio trasero”, y dijo que Washington ya no practica la diplomacia, sino que apoya a los gobiernos de extrema derecha y ataca a los progresistas.

“Esta situación refuerza la necesidad de diversificación sin ningún carácter ideológico. De hecho, en los propios BRICS hay países con posiciones totalmente diferentes”, agregó. “Me sorprende ver en los medios brasileños la idea de ideología en los BRICS. Tenemos a los Emiratos Árabes Unidos, India e Indonesia en el bloque”, señaló.

Por su parte, Estados Unidos emitió este martes su informe anual sobre derechos humanos, en el que redujo las críticas a El Salvador, Israel y Rusia, así como la sección dedicada a los derechos LGBTI, y se enfocó en cuestionar a Brasil y Sudáfrica, país en el que, según Trump, no se respetan los derechos de la minoría blanca.

El informe, que corresponde a 2024, advierte que “la situación de los derechos humanos ha declinado durante el año en Brasil”, con una supuesta represión a la libertad de expresión para los seguidores de Bolsonaro y una suspensión temporal de la red social X.