La nobleza británica que en el siglo XVIII enviaba a sus descendientes a giras por su país y luego por Europa, para capacitarlos para ocupar puestos de poder, no tenía idea de que el objetivo de tales viajes se convertiría en una de las actividades económicas, sociales, culturales, productivas, entre otros aspectos, que más llegaría a impactar a nuestras sociedades. La primera e insoslayable parada era la emergente Florencia, cuna del Renacimiento. Lo que allí ocurría los intelectuales consideraban que era una interpretación “moderna” del clasicismo, y, por ello, le otorgaban un gran valor.

Fue justamente Richard Lassels, un sacerdote católico que se desplazó en varias ocasiones a Italia a lo largo de su vida en calidad de tutor, quien acuñó el término “Grand Tour” para este tipo de recorridos en el diario de viaje Voyage of Italy, publicado en 1670.

Pero no fue hasta 1841 que Thomas Cook1 fletó un tren para asistir a un congreso antialcohol en Loughborough, que se reconoce el primer grupo de viaje organizado, con servicios.

Thomas Cook, inventor del “voucher”

A Cook también le debemos el disruptivo “voucher”, originalmente en papel, hoy digital, que nos permite llegar a un lugar diciendo que “tengo una reserva” y, casi siempre, en la recepción del hotel nos dan la bienvenida y nos asignan un cuarto.

Desde aquellos tiempos a nuestros días, al menos hasta antes de la covid-19, el desarrollo de la actividad turística fue creciendo en importancia, en particular luego de la Segunda Guerra Mundial.

Datos de la Organización Mundial de Turismo (OMT) registran para 2019 más de 1.200 millones de llegadas internacionales de viajeros y billones de dólares de transacciones asociados. Se estima que no menos de 7% del PIB mundial está relacionado al turismo.

Devastación del sector a nivel mundial

Tras la pandemia, las cifras del sector a nivel global revelan una pérdida de 62 millones de empleos, la inversión de capital se redujo en casi un tercio (29,7%) el año pasado (cayendo abruptamente de 986 millones de dólares en 2019 a 693 millones de dólares en 2020) y a medida que se avanza hacia la recuperación, durante 2021 la inversión en viajes y turismo nunca había sido tan baja en la última década.

En su nuevo informe del pasado 24 de setiembre, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por su sigla en inglés) señala que los gobiernos y los destinos deberían captar capitales privados que inviertan en infraestructura física y digital.

Entre los consejos citados, se sugiere apuntar a segmentos de viajes como bienestar, turismo médico, MICE, sustentable, de aventura, cultural, de trabajo, focalizado en la demanda de las mujeres, el colectivo LGBTQ+ y el turismo accesible.

Según este reporte del WTTC, el objetivo debería encaminarse a “la reconstrucción y el impulso al crecimiento del sector de viajes y turismo que se vio paralizado casi totalmente por las restricciones impuestas por la crisis sanitaria de covid-19”. WTTC sugiere desarrollar nuevas aplicaciones y plataformas digitales “no sólo para gestionar las multitudes, sino también para adaptar los itinerarios de viaje y ayudar a dispersar a los turistas de las grandes ciudades a las zonas menos visitadas, incluidos los destinos suburbanos y rurales, creando así una experiencia de viaje más auténtica”.

Día Mundial del Turismo desde 1980

El desarrollo del sector llevó a que la propia OMT, creada el 1° de noviembre de 1975, emitiera una declaración en setiembre de 1980 abordando diversos aspectos de la actividad y mencionara al turismo como un derecho humano. Desde entonces quedó establecido que todos los años, el 27 de setiembre, se realicen actividades para celebrar el Día Mundial del Turismo.

Coherente con ello, en Uruguay se comenzó a desarrollar a partir de junio de 2006 el turismo social, una política tendiente a establecer un sistema nacional con la participación de múltiples actores, generando condiciones para acceder a ocio recreativo a sectores que nunca habían podido gozar de este derecho. Esto quedó recogido en la Ley de Turismo 19.253, aprobada el 28 agosto de 2014.

El turismo interno cumplió un rol de mitigación del impacto por el cierre de fronteras. Sería importante mantener la medida de “tasa cero” de IVA para los compatriotas en los alojamientos turísticos.

Una de las principales actividades económicas del país

En nuestro país los números son conocidos. Al menos hasta 2019, cuando llegaron más de tres millones de visitantes, que significaron más de 1,700 millones de dólares de ingresos, a lo cual se suman más de 1.000 millones de dólares de movimiento interno, lo que permitió tener más de 100.000 puestos de trabajo relacionados a la actividad, de acuerdo a la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE) y del Banco de Previsión Social (BPS). Registros que permitieron alcanzar un impacto de 7% a 8% del PIB, de acuerdo a la Cuenta Satélite de Turismo, según información del Ministerio de Turismo.

Marzo de 2020: un tsunami, también para el turismo

Hasta el 31 de marzo de 2020 el país había recibido más de un millón de visitantes internacionales y había recaudado más de 640 millones de dólares. Pero el 13 de marzo de 2020 todo cambió radicalmente con la covid-19. La pandemia significó un tsunami sobre la vida de todos nosotros. El turismo vivió, y vive, una realidad de devastación.

Discusiones que a nivel internacional estaban en curso en el sector sobre la sustentabilidad de las políticas turísticas, la “capacidad de carga”, importancia de la innovación, generación de experiencias, puestos de calidad para los trabajadores del sector, la concentración en pocas manos de las cadenas de producción turística, la depredación que se producía en los territorios por la actividad, la necesidad de mejorar la eficiencia energética en los establecimientos, la conservación del patrimonio y la no transculturización de los destinos, la calidad de vida de los residentes, dejó paso a discusiones para lograr la supervivencia de empresas y trabajadores. Pero ello no obsta la obligación de repensar, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sustentable, el futuro de nuestros destinos turísticos.

Hoy, cuando se anuncia la “apertura de fronteras”, no está claro cómo se producirá y si no traerá aparejadas nuevas complicaciones, de gestión en los puestos fronterizos, el impacto en las zonas fronterizas devenido de factores de competitividad, aún más pronunciado al sufrido en otros momentos.

Parece necesario estructurar una “hoja de ruta” concreta hasta por lo menos mayo-junio de 2022, confirmando los beneficios hoy aplicados para el sector en la Ley 19.942 del 23 de marzo de 2021 y modificada el 1° de junio del presente año. Es importante que en esta oportunidad se pueda ajustar, no con un criterio retroactivo, sino que permita tener algunas certezas al sector hacia adelante, y con igual mirada la prolongación de los seguros de paro.

La realización de las finales de copas de fútbol continentales (Libertadores, Sudamericana, Femenina) es una oportunidad y “banco de pruebas” para posicionar al país, y a Montevideo, como un destino seguro sanitariamente y de calidad de servicios de cara a la próxima temporada estival. Es imprescindible tener un listado concreto de los beneficios que el país otorgará a quienes nos visiten, comprendiendo los que hoy se están brindando, pero también el restablecimiento del IVA para compras de servicios turísticos con pagos electrónicos, como regía hasta abril de 2020.

El turismo interno cumplió un rol de mitigación del impacto por el cierre de fronteras, por lo cual sería importante mantener la medida de “tasa cero” de IVA para los compatriotas en los alojamientos turísticos, estudiar un incremento en los puntos de devolución también para servicios turísticos, así como acordar esfuerzos con el sector privado, como fue la experiencia del turismo social, para la estructuración de “paquetes turísticos” para los compatriotas, más allá de la promoción que se pueda realizar por medios de comunicación o portales digitales.

Este año el lema de este Día Mundial del Turismo es: “Turismo por un desarrollo inclusivo”. Ojalá, más allá de los acontecimientos que estamos sufriendo en el sector, sea una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos presentes, pero también sobre cómo se puede, y se debe, encontrar los caminos para sumar esfuerzos de todos en el sector, mirando más lejos y más alto. Así se propuso en el documento entregado por el expresidente Tabaré Vázquez en mayo de 2020, y luego se actualizó públicamente hacia finales del mismo año.

Son muchos miles de puestos de trabajo y empresas que están en juego, que hacen a la economía de todo el país.

Benjamín Liberoff fue subsecretario de Turismo (2015-2020).


  1. Thomas Cook (Melbourne, Derbyshire, 22 de noviembre de 1808-Leicester, Leicestershire, 18 de julio de 1892) fue un empresario británico. Creó una agencia de viajes, Thomas Cook & Son, considerada la primera de la historia. Con el correr de los años la agencia se convirtió en una de las más reconocidas a nivel mundial. El 23 de setiembre de 2019 se anunció la quiebra de la tan famosa agencia de viajes; debido a este suceso, aproximadamente 600.000 pasajeros quedaron varados en distintas partes del mundo.