Cultura
Pasamos la noche juntos
Al final, hay que creerle a Mick Jagger cuando en “Start Me Up” -la primera que sonó en el Centenario- canta que nunca va a parar. Porque "no para". Pero lo que más asombra es su voz, no hay diferencia con la que ostentaba hace 20 años. Sigue potente, firme, desparramando lascivia y actitud con la gola. Apenas Charlie Watts dio el primer golpe a su batería, el público que estaba de pie en la cancha empezó a saltar con fervor.