En medio de la tensión ya existente entre el gobierno francés y varios países musulmanes por la postura del mandatario Emmanuel Macron de combatir al islamismo radical que existe en su país, una serie de atentados ocurridos este jueves volvieron a reavivar el tema.
Los hechos más graves se produjeron en la basílica de Notre-Dame, en la ciudad de Niza, donde un atacante decapitó con un cuchillo a una mujer de 70 años e hirió a otras dos personas, que murieron minutos más tarde. Según informó el diario Le Monde, el agresor fue baleado por los primeros policías que llegaron al lugar y, según se dijo, mientras era atendido por los médicos, no dejaba de gritar “Alá es el más grande”.
Macron se trasladó de inmediato a Niza, ciudad ubicada en la Costa Azul, muy cerca de la frontera con Italia, desde donde dio un breve discurso. “Francia ha sido atacada”, expresó el mandatario, quien dijo además que la agresión es significativa porque tuvo lugar pocos días antes de la celebración del Día de Todos los Santos. “Quiero expresar, ante todo, el apoyo de la nación a los católicos de Francia y de otros lugares. Estamos a su lado para que la religión pueda ejercerse libremente en nuestro país. La gente puede creer o no creer, todas las religiones se pueden practicar, pero hoy la nación está al lado de nuestros compatriotas católicos”, dijo.
“Si nos han vuelto a atacar es por nuestros valores, nuestro gusto por la libertad; la libertad de creer libremente y no ceder al terror. No nos rendiremos ante nada. Hoy hemos aumentado nuestra seguridad para hacer frente a la amenaza terrorista”, agregó el mandatario, quien dispuso que se reforzara la seguridad tanto en las iglesias católicas como en los centros escolares ante la posibilidad de nuevos ataques.
Pero el de Niza no fue el único evento vinculado al extremismo islámico ocurrido este jueves. Un funcionario de seguridad de la embajada francesa en la ciudad saudí de Yeda, la segunda más grande del país, resultó con heridas leves luego de ser atacado con un cuchillo. Además, en territorio francés, en la ciudad de Aviñón un hombre armado con un cuchillo intentó atacar a personas que estaban en la calle, pero se topó con un grupo de policías que lo abatieron. Además, en el distrito de Perrache, en Lyon, otro hombre armado con un cuchillo largo fue detenido por la Policía. Otra situación se registró cerca de la iglesia de Saint-Martin, en la ciudad de Sartrouville, a 15 kilómetros de París, donde, según medios locales, un sospechoso fue detenido después de que supuestamente afirmara que tenía intenciones de imitar el ataque de Niza.
Esta serie de incidentes se producen días después del asesinato del profesor Samuel Paty, que murió decapitado a mediados de octubre en la comuna de Conflans-Sainte-Honorine, ubicada en los suburbios de París, porque supuestamente mostró caricaturas de Mahoma en una de sus clases, lo que generó la ira del padre de una alumna musulmana.
En ese momento, Macron calificó el crimen de un “atentado terrorista islamista”, lo que desató enfrentamientos verbales con el mandatario de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien el fin de semana dijo que su par francés necesitaba “atención mental”, porque considera que con sus actitudes está maltratando a toda la comunidad musulmana que vive en Francia. Pese a estas afirmaciones, el gobierno turco, por intermedio de su Ministerio de Relaciones Exteriores, condenó lo sucedido en Niza. “Está claro que alguien que comete un acto de violencia en un lugar sagrado no tiene ningún respeto por los valores humanitarios, religiosos o morales”, expresó el comunicado difundido por la diplomacia turca.
Además, otros líderes internacionales se manifestaron sobre el tema. La canciller alemana, Angela Merkel, expresó su “consternación” por el atentado y dio el pésame a las familias de las víctimas, así como a Francia en su conjunto por estos momentos “difíciles” que atraviesa, según un mensaje de su portavoz, Steffen Seibert, consignado por EuropaPress. En la misma línea, el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, expresó que las convicciones europeas “son más fuertes que el fanatismo, el odio y el terror”. “El vil atentado en la catedral de Niza no mermará nuestro frente común en defensa de los valores de la paz y de la libertad”, agregó el mandatario italiano.