A pesar de que el sábado en Moscú representantes de los gobiernos de Armenia y Azerbaiyán se comprometieron a implementar una tregua por razones humanitarias, en los hechos esta nunca se cumplió, según denunciaron ambas partes, y los combates en Nagorno Karabaj continúan.

Es por esta razón que ayer los mediadores internacionales, Rusia en primer lugar, además de Francia y Estados Unidos, países que integran el Grupo de Minsk, reiteraron el pedido de que se cumpla lo acordado.

“Los copresidentes llaman a las partes a implementar inmediatamente el cese el fuego humanitario y permitir la recuperación de los cadáveres, prisioneros de guerra y detenidos”, señala el comunicado hecho público por los tres países, que manifestaron su alarma por “la continua violencia” en todo el territorio, que se encuentra en disputa desde 1988.

En 1994, luego de una guerra que siguió a la caída de la Unión Soviética en 1991, los armenios –que consideran que Nagorno Karabaj forma parte de sus territorios ancestrales– tomaron el control de la zona, que se encuentra dentro de las fronteras de Azerbaiyán, país que siempre mantuvo su reclamo sobre la soberanía de dichas tierras.

Habitada casi en su totalidad por armenios, la zona de Nagorno Karabaj desde 2017 pasó a denominarse República de Artsaj y es de hecho independiente, aunque esta condición es reconocida únicamente por el Estado armenio.

Los países que presiden el Grupo de Minsk enfatizaron que las muertes de población civil en el marco de este nuevo conflicto que comenzó el 27 de setiembre, son “inaceptables bajo cualquier circunstancia”, por lo que urgen a Bakú y Ereván a acordar el mecanismo de verificación del alto el fuego.

Según informó Efe, el comunicado fue hecho público después de las conversaciones mantenidas por los tres representantes del Grupo de Minsk con el ministro de Exteriores armenio, Zohrab Mnatskanian, y el azerbaiyano, Jeihun Bayrámov.

Desde la entrada en vigor de la tregua, el mediodía del sábado, ambas partes se han acusado mutuamente de proseguir los combates en el frente y de atacar objetivos civiles.

Azerbaiyán acusó el domingo al Ejército armenio de matar a diez civiles en un ataque con misiles contra varios bloques de viviendas en Ganja, la segunda ciudad del país.

Mientras tanto, desde el lado armenio se comunicó la muerte de cinco civiles desde el sábado, cuatro de ellos en una incursión enemiga en la ciudad de Hadrut, cerca de la frontera iraní.

Por otra parte, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigú, expresó ayer en una conversación telefónica con su par turco, Hulusi Akar, su preocupación por la presencia en la zona de mercenarios provenientes de Medio Oriente, principalmente de Siria, que están apoyando a Azerbaiyán financiados por Turquía, situación que viene siendo denunciada desde hace semanas por los armenios.

Funcionarios del gobierno armenio afirmaron que las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán lanzaron ayer una fuerte ofensiva y que las batallas se libraron a lo largo de toda la línea de contacto durante todo el día.

El representante del Ministerio de Defensa de Armenia, Artsrun Hovhannisian, expresó, de acuerdo a lo que informó la agencia de noticias rusa Tass, que los combates fueron muy intensos. “Probablemente fue una de las batallas más difíciles de esta guerra”, afirmó.