El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, pronunció en la noche del martes el tradicional discurso sobre el Estado de la Unión ante la Asamblea General.

Trump inició su discurso destacando los logros de su administración y no dudó en comparar su gestión con la de su antecesor, Barack Obama, aunque sin nombrarlo. “Hace tres años lanzamos la recuperación de Estados Unidos (…) nuestro país está floreciendo y es muy respetado una vez más”, aseguró, lanzando luego frases como: “los enemigos de Estados Unidos están huyendo”, “el futuro del país es brillante”, y “los años de decaimiento económico han terminado”, concluyendo con un “¡Nunca, nunca vamos a volver a eso!”.

El mandatario agregó que la economía estadounidense “es la mejor que jamás haya existido” y que su “poderío no tiene parangón en el mundo”. “Nuestras fronteras están seguras, nuestro orgullo se ha restablecido, y por eso les digo que el estado de nuestra unión es más fuerte que nunca”, sostuvo.

Trump continuó destacando su gestión en comercio exterior e hizo hincapié en la reciente firma del acuerdo de libre económico de Estados Unidos con Canadá y México, el TLCAN, que sustituyó al Nafta. “Vamos a tener justicia y reciprocidad”, aseguró. También recordó la firma de un “nuevo acuerdo innovador con China, que va a defender a nuestros trabajadores y abrirá nuevos mercados para productos hechos en Estados Unidos”.

Juan Guaidó entre los invitados de honor

El líder opositor y autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaido, saludando a los presentes tras ser nombrado por Donald Trump durante el discurso del Estado de la Unión.

El líder opositor y autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaido, saludando a los presentes tras ser nombrado por Donald Trump durante el discurso del Estado de la Unión.

Foto: Mandel Ngan, AFP

“Estamos apoyando la libertad en nuestro hemisferio, revirtiendo las políticas fracasadas de la administración anterior en Cuba”, dijo el mandatario, que cuando inició su gestión hace poco más de tres años terminó con los avances que su país y la isla habían hecho hacia una normalización de la relación.

“Respaldamos las esperanzas de cubanos, nicaragüenses y venezolanos para recuperar la democracia”, añadió, y destacó particularmente que Estados Unidos encabeza “la coalición contra el dictador socialista venezolano Nicolás Maduro”. “Maduro es un gobernante ilegitimo, un tirano que tiraniza a su pueblo, pero su tiranía va a ser destruida”, agregó. Dirigiéndose a los espectadores, saludó la presencia del autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó, a quien llamó “presidente legítimo”. Guaidó, de gira buscando apoyos para enfrentar a Maduro, saludó desde la galería de los invitados de honor, mientras Trump le pedía que sea portavoz del mensaje de que “todos los estadounidenses acompañamos al pueblo venezolano”. “El socialismo destruye naciones, pero recuerden siempre: la libertad unifica el alma”, sostuvo y enseguida mencionó que “para salvaguardar la libertad”, ha “invertido en el aparato militar estadounidense”, aumentando el gasto público en defensa, “todo hecho en Estados Unidos”.

El muro para frenar la inmigración

En otra parte de su discurso, Trump aseguró que el ingreso de inmigrantes indocumentados a Estados Unidos se redujo 75% desde mayo de 2019 como resultado de “los esfuerzos sin precedentes” de su gestión, que alcanzó acuerdos con México y Guatemala para que frenen a quienes se dirigen a Estados Unidos y los obliguen a esperar en su territorio a quienes solicitan asilo.

“A medida que el muro sube, las incautaciones de drogas aumentan y los pasos fronterizos disminuyen”, agregó el mandatario, después de asegurar que ya se completaron más de 165 kilómetros del muro en la frontera con México y que “habrá más de 800 kilómetros a principios del próximo año”.

El coronavirus

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante el discurso del Estado de la Unión.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante el discurso del Estado de la Unión.

Foto: Olivier Douliery, AFP

Trump también se refirió a la polémica decisión que adoptó su administración de frenar los ingresos de extranjeros que llegan al país desde China, donde se desarrolla la epidemia del coronavirus, una medida que fue rechazada tanto por las autoridades chinas como por la Organización Mundial de la Salud.

“Proteger la salud de los estadounidenses también significa combatir las enfermedades infecciosas. Nos estamos coordinando con el gobierno chino y trabajando estrechamente en lo relativo al brote de coronavirus en China”, aseguró. “Mi gobierno tomará todos los pasos necesarios para proteger a nuestros ciudadanos de esta amenaza”, agregó el mandatario.

El conflicto con Irán

Por último, el mandatario aseguró que mejorar las relaciones con Irán “solo depende” de las autoridades de ese país. “Por nuestras poderosas sanciones, a la economía iraní le está yendo muy mal. Podemos ayudarles a que les vaya muy bien en un periodo corto de tiempo, pero quizás son demasiado orgullosos o demasiado tontos para pedir ayuda”, sostuvo. “Aquí estamos. Veamos que camino eligen. Solo depende de ellos”, añadió

Irán “debe abandonar su búsqueda de armas nucleares, dejar de expandir el terror, la muerte y la destrucción, y comenzar a trabajar por el bien de su propio pueblo”, agregó. El presidente estadounidense incluso se vanaglorió de haber asesinado al general iraní Qasem Soleimani, lo que desató una crisis en Medio Oriente. Lo definió como “el mayor terrorista del mundo”, “un carnicero despiadado” y “un monstruo que asesinó o hirió a miles de soldados estadounidenses en Irak”.

A su vez, reivindicó su voluntad de retirar las tropas estadounidenses de los conflictos de Medio Oriente. “Tampoco es nuestra función servir a otras naciones como agencia de seguridad”, señaló, para luego añadir que su gestión está “trabajando para poner fin de una vez por todas a la guerra más larga de Estados Unidos y devolver a casa a nuestras tropas”, en referencia particularmente a Afganistán.

En el mismo apartado, se refirió al acuerdo de paz que presentó la semana pasada para Israel y Palestina, que recibió el rechazo de los palestinos y del pleno de la Liga Árabe, así como de la Unión Europea. “Reconociendo que todos los intentos pasados han fracasado, debemos ser determinados y creativos para estabilizar la región y brindar el cambio a millones de jóvenes para lograr un futuro mejor”, concluyó.