“Finalmente lo lograron. En tiempo récord sacan sentencia ‘definitiva’ para inhabilitarme como candidato”, tuiteó Rafael Correa al enterarse de que fue ratificada su condena a ocho años de prisión e inhabilitación política. “No entienden que lo único que hacen es aumentar el apoyo popular”, agregó el ex presidente ecuatoriano.
Un tribunal de casación rechazó el lunes el último recurso que podía presentar Correa contra ese fallo. De este modo, quedó firme la sentencia y el dirigente no podrá competir por la vicepresidencia en las elecciones de 2021.
Correa había sido condenado por un delito de cohecho en el caso conocido como “Sobornos 2012-2016”. En dicho caso al ex mandatario se le atribuye haber instigado a otros a recibir financiación de la constructora Odebrecht para su partido, Alianza País, a cambio de adjudicarle a esa empresa contratos con el Estado.
El Tribunal de Casación concluyó que en este juicio “no se ha atentado” contra el “derecho a la defensa de los procesados”, como argumentaba Correa. Pero el fallo no fue unánime. Lo aprobaron por mayoría dos de los tres magistrados que integran esa corte.
En Twitter, Correa se defendió de las acusaciones que motivaron su sentencia en primera instancia. En un video, dijo que lo acusan de haber recibido sobornos por 6.000 dólares, y que sólo se presentan como prueba 6.000 dólares que había en su cuenta personal. Afirmó que esa plata corresponde a un préstamo que sacó para la financiación de su partido, de un fondo cuya existencia pone en duda la Justicia, aunque, según afirma el dirigente, está comprobada.
También en un video, el ex presidente leyó la sentencia de primera instancia, en la que se dice que ejerció la presidencia de 2007 a 2017 “con un poder total concentrado en sus manos a la manera de un autócrata, esto es controlando las cinco funciones del Estado ecuatoriano: ejecutiva, legislativa, judicial, electoral y transparencia”. Al respecto, Correa comentó: “No es una proclama de la extrema izquierda o la extrema derecha, es una sentencia de jueces del Ecuador diciéndome autócrata porque les gané a todos durante diez años”.
Dijo también que lo acusan de haber ejercido “influjo psíquico” sobre un grupo de funcionarios de extrema confianza para cometer el delito de cohecho. “Te acusan por influjo psíquico. ¿Cómo te defiendes de eso?”, agregó.
Juicio comentado
Para la fiscal general del Estado, Diana Salazar, que impulsó la acusación contra Correa, “Ecuador ha salido vencedor porque la Justicia se está inaugurando” en el país, y agregó que se deja claro el mensaje de que “no hay nadie sobre la ley”. Muchos partidarios de Correa están en desacuerdo, y también varios dirigentes políticos latinoamericanos cuestionaron el fallo, al que le atribuyeron una intencionalidad política.
El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, cuya candidatura a las elecciones de 2018 también fue impedida por acusaciones de corrupción, consideró que Correa es “víctima de una condena injusta y abusiva, cuyo único objetivo es impedirle ser candidato en las elecciones de Ecuador”. El líder del Partido de los Trabajadores (PT) agregó: “Una vez más se hace un uso político de la Justicia al servicio de las elites y los intereses extranjeros. Ya vimos esa película”.
Otro dirigente del PT, el ex canciller brasileño Celso Amorim, manifestó su solidaridad con Correa, y dijo que el fallo en su contra “es un ejemplo más del lawfare en nuestra región”, como en el caso de Lula en Brasil o de Evo Morales en Bolivia.
Morales, a quien un fallo judicial le impidió, también el lunes, competir por una banca en el Parlamento, dijo en Twitter que “la Justicia ecuatoriana apresura una sentencia en contra del hermano Rafael Correa con el objetivo político de proscribirlo como candidato para las elecciones”, y agregó: “No se dan cuenta de que es imposible proscribir a los pueblos”.
Correa escribió a sus partidarios: “¡Ánimo, pueblo ecuatoriano! Esto no se sostendrá en el tiempo. Como les dije, a lo único que nos están ‘condenando’ es a vencer”.
Esa frase fue retomada por Andrés Arauz, el candidato a la presidencia en la fórmula que integraba Correa por la alianza Unión por la Esperanza. También en Twitter, Arauz dijo que el ex presidente “está en el corazón del pueblo” y repitió a sus seguidores que los “han condenado a vencer”.
Desde que dejó la presidencia, Correa vive en Bélgica, país del que es oriunda su esposa. Tenía la expectativa de volver a Ecuador para aceptar la candidatura a la vicepresidencia, que al igual que otras está protegida por inmunidad ante acusaciones judiciales, excepto si existe una condena firme, como la que se configuró a partir del reciente fallo. “¿Por qué creen que me quieren condenar antes de participar [en las elecciones]? Porque saben que los derrotamos”, dijo Correa.