Se terminó el proceso de transición y desde las 23.00 de este jueves Reino Unido ya no forma parte del mercado único y la unión aduanera de la Unión Europea (UE). A partir de 2021 es cuando los cambios comenzarán a afectar la vida cotidiana de las personas luego de que en 2016, 52% votara a favor de la salida en un referéndum.

“Cuando el sol salga mañana en 2021 [...] Reino Unido será libre de hacer las cosas de manera diferente, y si es necesario mejor, que nuestros amigos de la UE (...) libre para hacer acuerdos comerciales en todo el mundo y libre para impulsar nuestra ambición”, afirmó el primer ministro, Boris Johnson, en un mensaje de fin de año más centrado en el coronavirus que en el brexit, consignó la la agencia de noticias AFP.

Johnson, que encabeza este proceso desde junio de 2019, logró junto a su gabinete este jueves mantener un acuerdo con el gobierno español para que la frontera con Gibraltar, un enclave británico en el extremo sur de la Península Ibérica se integre en la zona Schengen de libre circulación de personas.

Reino Unido negoció un tratado de libre comercio en un plazo récord de diez meses en el que la UE ofrece acceso a sus consumidores, sin aranceles ni cuotas, a cambio del compromiso británico de respetar las normas actuales y futuras sobre medioambiente, derechos laborales y fiscales, con el objetivo de evitar toda competencia desleal.

Los principales cambios que trae el brexit

Ahora los ciudadanos británicos y los del resto de Europa necesitarán un visado especial para quedarse por largas estadías en el otro lado del canal de la Mancha. Esto implica, entre otras cosas, que los europeos puedan quedarse en Reino Unido por un período de seis meses, y los británicos puedan vivir en el resto de los países de la UE por 90 días, cada seis meses.

También cambia el mundo del trabajo: los ciudadanos deberán respetar las regulaciones migratorias de cada país y cumplir con los requisitos para obtener visados especiales. En el mundo estudiantil el gran cambio viene con la salida de Reino Unido del programa Erasmus, que permitía a los estudiantes europeos pasar un semestre o un año estudiando en otra institución miembro, aunque Irlanda del Norte negoció ser la excepción a esta norma.

A pesar de que los gobiernos de ambas partes decidieron no imponer costos adicionales a los bienes, para evitar el aumento de precios en los productos importados o exportados, habrá nuevos controles en las fronteras que pueden entorpecer un proceso que fluía con menos etapas.