La ruta 5 atraviesa el país de sur a norte, con unos 500 kilómetros que van desde Montevideo hasta Rivera. Recorre seis departamentos y desde que se confirmó la instalación de la segunda planta de pasta de celulosa de la finlandesa UPM en Pueblo Centenario, en el límite entre Durazno y Tacuarembó, pasó a ser un asunto prioritario en materia de inversiones por el proyectado aumento del tránsito de camiones. En medio hubo cambio de gobierno, y ahora, con dos licitaciones para ampliar a cuatro carriles la ruta 5, se estrenará una nueva modalidad de contratos viales que impulsa el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP): los contratos Crema, según el exministro Luis Alberto Heber, o Cremaf si se suma la innovación de que la financiación está dentro del acuerdo.
Este mecanismo defendido en varias instancias por el MTOP surge en sustitución de los contratos de participación público-privada (PPP), cuestionados por las autoridades por la demora en los tiempos de concreción de las obras.
La idea dentro del proyecto de UPM y sus acuerdos con el Estado uruguayo es sacar su producción al puerto de Montevideo por medio del ferrocarril que se está construyendo, pero estas obras tuvieron retrasos y se proyecta que finalizarán para 2023, con la planta ya operativa. Por eso es que se utilizará al inicio la ruta 5 para el trayecto entre Pueblo Centenario y la capital, previéndose un aumento de unos 200 camiones diarios en el tránsito.
El director nacional de Vialidad, Hernán Ciganda, informó a la diaria que se proyectan obras por separado en cinco tramos de la ruta 5 con miras a su refacción, y las obras están próximas a comenzar: “La idea es que quede finalizada para mediados de 2022, que calce justo con el inicio de los traslados [de la producción] de UPM mientras no quede el ferrocarril”.
Una de las dos licitaciones que habrá de contratos Crema se lanzó el viernes pasado, y en otros tres tramos las obras que se proyectan serán hechas por las firmas privadas que ya tienen contratos vigentes con el Estado.
Los contratos Crema implican que la firma privada que gane la licitación deberá encargarse de los trabajos viales acordados en un plazo de dos años, e irá cobrando del Estado en función del avance de la obra hasta 70% del monto total; el resto de los pagos se dividen en los diez años posteriores, en los que el privado también es responsable del mantenimiento de la ruta. Su nombre deriva de “Construcción, reparación y mantenimiento de la infraestructura”, mecanismo utilizado en Paraguay con éxito, según Heber, y la innovación local fue sumar la financiación a estos aspectos, por lo que se transformó en la sigla Cremaf.
Tiempo atrás, Ciganda dijo que además de tener menos tiempos burocráticos, este nuevo método para obras “hace que el costo financiero sea más bajo” que al hacerlas por PPP. Distinta fue la opinión de Magdalena Viera, exresponsable de la Unidad PPP de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), quien señaló que al ser contratos por menos años y con 70% del pago asegurado para el privado, al buscar financiación externa pueden haber complicaciones vinculadas al riesgo corporativo de la empresa que realizará la obra.
Varias obras en la ruta 5
Ciganda detalló que el trayecto de la ruta 5 desde Montevideo hasta el kilómetro 69, donde está el peaje pasando el límite departamental entre Canelones y Florida, está bajo concesión privada, y la empresa que tiene la gestión “se encargará de hacer la obra de duplicación” de carriles. “Se está terminando el proyecto de obra y luego del paro de la construcción por las fiestas arranca ese tramo”, dijo.
Del kilómetro 69 al 132 de la ruta 5 es que habrá dos licitaciones bajo la nueva modalidad Crema: una ya concretada, que va hasta el ingreso a Florida sobre el kilómetro 100, y otra hasta el kilómetro 132, donde está el empalme con la ruta 58. “Como la ruta pasa por Florida surgen varias complicaciones que hay que sortear. También están los cruces del nuevo trazado de la vía del ferrocarril”, señaló el jerarca del MTOP.
En los siguientes tramos de la ruta 5 hay contratos vigentes con privados para el mantenimiento. “Hay un proyecto ya definido en el que se viene trabajando” para el tramo entre Florida y Durazno, donde se mantendrán los cuatro carriles, indicó Ciganda. Hacia adelante, en los kilómetros entre Durazno y Tacuarembó, así como entre este último y Rivera, se proyectan obras que incluyen una tercera vía en algunas partes y la mejora de la carpeta asfáltica.
“Otro asunto importante en la ruta 5 es que está intervenida con ensanche y refuerzo de todos los puentes. Hay más de diez puentes con trabajos, y además están todos los que hay que duplicar para hacer doble vía”, añadió.
Sobre los tiempos que llevó concretar estas obras, el director de Vialidad evaluó: “No hubo un parate total, pero sí muchas complicaciones por la pandemia. Hacer un proyecto de una ruta lleva su tiempo, hay consultas no sólo en la parte técnica sino también en la medioambiental”.