El Poder Ejecutivo confirmó este miércoles lo que ya habían adelantado los entes públicos: las tarifas de OSE y UTE subirán en enero por debajo de la inflación, y se mantendrán los precios de Antel y los combustibles.
En un comunicado del Consejo de Ministros, que se reunió esta jornada, se detalla que las tarifas públicas que comienzan a aplicarse a partir del 1° de enero de 2022 “tendrán un ajuste moderado o neutro”. La presentación a los demás jerarcas estuvo a cargo de los ministros de Economía, Industria, Ambiente y el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).
En materia de combustibles, se afirma, la actual referencia del precio de paridad de importación (PPI) es de agosto; durante los últimos meses el gobierno se apartó de la referencia que indicaba un aumento de los precios y el costo fue absorbido por Ancap, gracias a las ventas extraordinarias de combustible que le hizo a UTE, que a su vez tuvo que prender las centrales térmicas par abastecer de energía a Brasil, lo que también le generó ganancias por fuera de lo común. La última actualización del precio de referencia tuvo “una leve baja, pero aún no alcanza los valores de agosto”, justificó el Poder Ejecutivo.
En cuanto a UTE, tal como se había adelantado, la adecuación será de 3,5%, un valor por debajo de la inflación proyectada por el gobierno. A pesar del aumento general de tarifas para todos los usuarios, UTE resalta que el año que viene comienza a regir el nuevo Bono Social de Energía para beneficiarios del Ministerio de Desarrollo Social, que propone descuentos de hasta 90%. Las tarifas de OSE, por otra parte, tendrán un aumento de 6% a partir de enero de 2022.
Antel, que tiene competencia con privados, decidió que a partir de enero sus tarifas no tendrán modificación, porque, según dijo días atrás su presidente, el rendimiento de la empresa ha dado resultados positivos.