El 2 de febrero, Elon Musk dijo que estaría “fuera de Twitter por un tiempo”. Dos días después regresó a la red social, dio un par de retuits a su empresa SpaceX, que estaba lanzando un nuevo cohete Falcon 9, publicó una foto de la aeronave despegando con la luna de fondo y escribió el nombre de un meme: “Doge”.

Doge, el meme del perro Shiba Inu con cara de confundido. Pero también la imagen que provocó la creación en 2014 de la criptomoneda Dogecoin a modo de chiste. El resultado: tras la mención de Musk, ese mismo jueves el Dogecoin duplicó en 60% su valor a partir de esa mención y los memes que él mismo publicó a continuación.

Este episodio es el último de varios que tienen al empresario sudafricano como protagonista, o al menos jugando un papel importante. Su rol de “empresario meme” esconde, detrás de los chistes, una realidad a estudiar: una sola persona, con una simple mención en Twitter, puede decidir el futuro de un proyecto.

El 8 de enero de 2021, Forbes anunció que, cerca de cumplir los 50 años, Musk se había convertido en el hombre más rico del mundo, con un patrimonio que supera los 189.000 millones de dólares y superando por más de 4.000 al propietario de Amazon, Jeff Bezos. Su escalada se produjo luego de que en un solo día su patrimonio creciera más de 12.000 millones a raíz de un aumento de 8,2% en las acciones de Tesla Motors.

Si bien su nombre se hizo popular en los últimos años, Musk es un viejo conocido de Silicon Valley y de Wall Street. Nacido y criado hasta los 17 años en la Sudáfrica del apartheid, el padre de Elon, Errol Musk, era un ingeniero propietario de una mina de esmeraldas en Zambia. Su madre, Maye, era nutricionista y modelo. Tras unos años viviendo en Canadá, Elon se mudó a Estados Unidos para estudiar Economía y Física en la Universidad de Pensilvania. Allí hizo sus primeros contactos con Silicon Valley y en 1995 comenzó su camino como empresario.

Junto a su hermano Kimbal fundaron Zip2, una empresa que gestionaba sitios web para empresas. Recibió 22 millones de dólares por venderla a Compaq y reinvirtió 12 para crear la financiera X.com en 1999. Un año después se unió a Confinity, del inversionista Peter Thiel, y en 2001 la compañía cambió su nombre a PayPal.

PayPal fue vendida a eBay en 1.500 millones de dólares; Musk recibió 180 y creó SpaceX, que se dedica a fabricar cohetes y transporte espacial. Además, adquirió SolarCity, que vende servicios de energía solar, y Tesla, la firma tecnológica famosa por fabricar vehículos eléctricos.

Musk y los memes

El 1o de febrero, el exinvestigador de la Universidad de la República Joaquín Moreira conversó con la diaria sobre el foro de Reddit WallStreetBets (WSB), que tuvo un rol clave a fines de enero para que subieran las acciones de GameStop, una empresa que llevaba años a la baja en la Bolsa de Nueva York. Al referirse a los integrantes del foro, Moreira destacaba que “están enamorados de Elon Musk” y lo consideran un “empresario meme”, alguien que recomienda formas de inversión sólo por diversión.

Pero el chiste va en serio: las acciones de Tesla crecen por encima de su facturación, las de Bitcoin se dispararon el 29 de enero tras una mención en su biografía de Twitter, y ya contamos lo ocurrido con Dogecoin. Todo eso, sólo en 2021.

La influencia del empresario es tal que sus fanáticos incluso cometen errores en masa a la hora de seguir sus recomendaciones. Cuando se produjo una polémica por las nuevas reglas de privacidad en Whatsapp, Musk tuiteó: “Usen Signal”. Sus seguidores corrieron a comprar acciones de la app alternativa de mensajería, pero en su lugar hicieron elevar las acciones de Signal Advance, una empresa de tecnología para tratamientos sanitarios.

Pérdidas

Tesla comenzó a ser rentable en 2020. Hasta entonces, la compañía llevaba años de pérdidas. En 2016, Musk tuvo que incorporar a Tesla otra de sus empresas, SolarCity, que daba ganancias, para poder aumentar la producción del auto Model 3. Evitó que Tesla entrara en bancarrota, pero recibió una demanda de los inversionistas.

En 2017, The Wall Street Journal tuvo acceso a informes internos de SpaceX en los que se revelaba que no conseguía aumentar sus ingresos desde 2014, pese a que nunca dejó de recibir inversiones.

Pero entonces, ¿por qué Musk sigue ampliando su fortuna hasta convertirse en el hombre más rico del mundo? La clave, según Moreira, está en que “se mantiene a sí mismo como una figura”. Es la imagen de Musk la que tiene éxito y no sus empresas, que se terminan viendo beneficiadas por lo que genera en cierto público.

Musk entró en el juego y lo hizo de forma consciente. Sabe que puede mover el mercado con un tuit, y empezó el 2021 aprovechándolo al máximo.