El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil confirmó este jueves que el exjuez Sérgio Moro fue parcial en el juicio por corrupción contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, en el marco de las investigaciones por la operación Lava Jato.
Siete magistrados resolvieron mantener el dictamen que la Segunda Cámara del STF había resuelto a fines de marzo y dos votaron en contra, según informó O Globo.
Con el resultado definido, resta que otros dos magistrados voten cuando se retome la discusión, que aún no tiene fecha y en la que también se va a evaluar que las investigaciones contra Lula, que durante estos años se estuvieron tramitando en un juzgado federal de Curitiba, pasen a Brasilia. Los jueces que aún no votaron son Marco Aurelio (quien hizo el pedido de vista) y el presidente del STF, Luis Fux.
Cuando se emitan los votos definitivos, todo el proceso iniciado por Moro será anulado y la investigación deberá empezar desde cero.
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Lula da Silva fue acusado y condenado por Moro en 2017 por supuestamente haberse beneficiado con un apartamento tríplex en Guarujá, San Pablo, a cambio de beneficiar a una empresa constructora con contratos para la petrolera Petrobras. Tras la ratificación por un tribunal de apelaciones, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) fue encarcelado entre abril de 2018 y diciembre de 2019 y no pudo presentarse a las elecciones presidenciales de 2018, en las que Jair Bolsonaro resultó electo.
Luego de la victoria electoral, Bolsonaro designó a Moro ministro de Justicia, cargo que ocupó hasta abril de 2020, cuando renunció en medio de disputas con el mandatario y entre rumores de que buscaría ser candidato en 2022.
Las acusaciones contra Moro llegaron a mediados de 2019, cuando en el sitio The Intercept se filtraron las conversaciones que mantuvo con varios fiscales del caso Lava Jato. Las filtraciones se publicaron en el marco de una investigación periodística llevada adelante por el periodista Glenn Greenwald, también responsable de las revelaciones de Edward Snowden sobre la vigilancia de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos en 2013.
Cuando se retome la votación del STF y se haga oficial el dictamen de parcialidad contra Moro, Lula quedará libre y estará habilitado para presentarse como candidato presidencial en 2022; cabe recordar que ocupó ese cargo durante dos mandatos, entre 2003 y 2010.
Repercusiones y el futuro
A la espera del fallo definitivo pero conociendo el resultado final, la defensa de Lula emitió un comunicado en la cuenta de Twitter del expresidente en la que afirmó que se estaba ante “una victoria del Derecho sobre la arbitrariedad” y el “restablecimiento del debido proceso legal y la credibilidad del Poder Judicial en Brasil”.
Fernando Haddad, quien se desempeñó como ministro de Educación durante el gobierno de Lula y luego se puso al hombro la candidatura a la presidencia cuando el expresidente fue condenado, publicó en Twitter: “Conclusión, las elecciones de 2018 fueron amañadas por Moro”.
Manuela Dávila, actual diputada y la candidata de Haddad a la vicepresidencia en 2018, utilizó la ironía para referirse al tema: “No daba para percibir que Moro era parcial, ¿no?”.
Por último, el líder del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo y excandidato a la presidencia por el Partido Socialismo y Libertad, Guilherme Boulos, señalado en algunos sectores de la izquierda brasileña como el posible sucesor de Lula, fue menos sutil y tuiteó: “Ahora es oficial: ¡Moro, juez ladrón!”.